Fondare 501 Risultati per: espíritu abatido
Dios ha confirmado su testimonio con señales, prodigios y milagros de toda clase, sin hablar de los dones del Espíritu que reparte como quiere. (Carta a los Hebreos 2, 4)
Escuchemos lo que dice el Espíritu Santo: Ojalá escuchen hoy la voz del Señor; (Carta a los Hebreos 3, 7)
En efecto, la palabra de Dios es viva y eficaz, más penetrante que espada de doble filo, y penetra hasta donde se dividen el alma y el espíritu, los huesos y los tuétanos, haciendo un discernimiento de los deseos y los pensamientos más íntimos. (Carta a los Hebreos 4, 12)
De todas maneras, es imposible renovar a los que ya fueron iluminados, que probaron el don sobrenatural y recibieron el Espíritu Santo, (Carta a los Hebreos 6, 4)
De este modo el Espíritu nos enseña que mientras esté en pie la primera habitación, el camino que lleva al Santuario no está abierto. (Carta a los Hebreos 9, 8)
pero con toda seguridad la sangre de Cristo, que se ofreció a Dios por el Espíritu eterno como víctima sin mancha, purificará nuestra conciencia de las obras de muerte, para que sirvamos al Dios vivo. (Carta a los Hebreos 9, 14)
Nos lo declara el Espíritu Santo. Después de decir: (Carta a los Hebreos 10, 15)
¿Qué pasará entonces con el que pisoteó al Hijo de Dios? ¿Qué castigo merecerá, según ustedes, el que ha profanado la sangre de la alianza con la cual fue santificado y ha insultado al Espíritu, don de Dios? (Carta a los Hebreos 10, 29)
Porque así como un cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe que no produce obras está muerta. (Carta de Santiago 2, 26)
No sin razón dice la Escritura que el espíritu que habita en nosotros quiere tener cada vez más; (Carta de Santiago 4, 5)
a los elegidos, a quienes Dios Padre conoció de antemano y santificó por el Espíritu para acoger la fe y ser purificados por la sangre de Cristo Jesús: ¡Que la gracia y la paz abunden entre ustedes! (1º Carta de Pedro 1, 2)
El Espíritu de Cristo estaba en ellos y les descubría de antemano los sufrimientos de Cristo y la gloria que iba a alcanzar; pero ellos se preguntaban quién sería y cuándo se realizaría eso. (1º Carta de Pedro 1, 11)