Fondare 301 Risultati per: falsos dioses

  • Es que Dios sabe muy bien que el día en que coman de él, se les abrirán a ustedes los ojos; entonces ustedes serán como dioses y conocerán lo que es bueno y lo que no lo es.» (Génesis 3, 5)

  • Desde que los dioses me han hecho caminar de un lado para otro, lejos de mi patria, le dije: "Tú me harás el favor de decir, en cualquier lugar donde lleguemos, que soy tu hermano".» (Génesis 20, 13)

  • Pero si te has ido porque echabas de menos a la casa de tu padre, ¿por qué me has robado mis dioses?» (Génesis 31, 30)

  • Pero eso sí, al que descubras que tiene en su poder tus dioses, ése morirá. En presencia de nuestros hermanos, revisa todo lo que yo tengo, y si reconoces algo tuyo, llévatelo.» Pero Jacob ignoraba que Raquel había robado los ídolos. (Génesis 31, 32)

  • Llamó Jacob a toda su familia y a los que estaban con él y les ordenó: «Arrojen lejos a los dioses extranjeros que tienen con ustedes. Purifíquense y cámbiense la ropa. (Génesis 35, 2)

  • Entregaron a Jacob todos los dioses extraños que tenían consigo, así como los aros de las orejas, y Jacob los enterró bajo una encina que hay junto a Siquem; (Génesis 35, 4)

  • Durante esa noche, yo recorreré el país de Egipto y daré muerte a todos los primogénitos de Egipto, tanto de los egipcios como de sus animales; y demostraré a todos los dioses de Egipto quién soy yo, Yavé. (Exodo 12, 12)

  • Quién como Tú, Yavé, entre los dioses? ¿Quién como Tú, glorioso y santo, terrible en tus hazañas, autor de maravillas? (Exodo 15, 11)

  • Ahora reconozco que Yavé es el más grande de los Dioses; lo demostró en el momento en que oprimían a su pueblo.» (Exodo 18, 11)

  • No tendrás otros dioses fuera de mí. (Exodo 20, 3)

  • No te postres ante esos dioses, ni les sirvas, porque yo, Yavé, tu Dios, soy un Dios celoso. yo pido cuentas a hijos, nietos y biznietos por la maldad de sus padres que no me quisieron. (Exodo 20, 5)

  • No pondrán junto a mí dioses de plata ni de oro. (Exodo 20, 23)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina