Fondare 218 Risultati per: filisteos

  • Moab será ´la vasija en que me lavo; a Edom le lanzo mi sandalia, y oyen mi grito de guerra los filisteos.» (Salmos 60, 10)

  • los de Guebal, Amón y de Amalec, los filisteos y la gente de Tiro; (Salmos 83, 8)

  • Los persiguieron en la bajada de Betorón hasta la llanura, cayendo cerca de ochocientos hombres. Los demás huyeron hacia el país de los filisteos. (1 Macabeos 3, 24)

  • Los mercaderes del país, al conocer su llegada, se presentaron en el campamento con mucha plata, oro y cadenas para comprar como esclavos a los israelitas. Se les unió también el ejército de Siria y de la provincia de los filisteos. (1 Macabeos 3, 41)

  • huyeron al país de los filisteos. (1 Macabeos 4, 22)

  • y entregaste el campamento de los filisteos en poder de Jonatán, hijo de Saúl, y del que llevaba sus armas. Del mismo modo entrega ese ejército en manos de tu pueblo Israel y cubre de vergüenza a sus combatientes como a su caballería. (1 Macabeos 4, 31)

  • Luego partió en dirección al país de los filisteos y atravesó Marisa. (1 Macabeos 5, 66)

  • De allí pasó Judas a Azoto, en el país de los filisteos, derribó sus altares, incendió las estatuas de sus dioses, saqueó la ciudad y luego se volvió a Judá. (1 Macabeos 5, 68)

  • Samuel exterminó a los jefes enemigos y a todos los príncipes de los Filisteos. (Sirácides (Eclesiástico) 46, 18)

  • Porque aplastó al enemigo en todos los frentes, aniquiló a los Filisteos que lo atacaban, y el poder de éstos se debilitó hasta nuestros días. (Sirácides (Eclesiástico) 47, 7)

  • Son los que moran en la montaña de Seir, los Filisteos, y también ese estúpido pueblo que vive en Siquem! (Sirácides (Eclesiástico) 50, 26)

  • Aram por el este y los filisteos por el oeste, que devoran a Israel a dentelladas. Ni con esto se le ha pasado el enojo, y su mano sigue amenazando. (Isaías 9, 13)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina