Fondare 1353 Risultati per: guerra contra los santos

  • Estalló la cólera de Dios contra Balaam cuando todavía estaba en camino. El ángel de Yavé se paró en medio del caminmo para cerrarle el paso, mientras venía en su burra acompañado de dos sirvientes. (Números 22, 22)

  • La burra vio al ángel de Yavé; pasó a rozar el muro, aplastando el pie de Balaam contra la cerca, y Balaam le pegó de nuevo. (Números 22, 25)

  • Israel se apegó al Baal de Fogor y se encendió la cólera de Yavé contra Israel. (Números 25, 3)

  • «Registren a toda la comunidad de los hijos de Israel por casas paternas, y hagan el recuento de todos los de más de veinte años, útiles para la guerra.» (Números 26, 2)

  • Estos Datán y Abirón fueron convocados por la comunidad y se rebelaron contra Moisés y Aarón con los partidarios de Coré, cuando éste se rebeló contra Yavé. (Números 26, 9)

  • «Nuestro padre murió en el desierto. No tuvo parte en la amotinación contra Yavé, con los partidarios de Coré, sino que murió como todos por su pecado, y no dejó hijos varones. (Números 27, 3)

  • Recuerda que ustedes se rebelaron contra mis órdenes en el desierto de Zin, cuando la comunidad murmuró por el asunto del agua, y a ustedes les mandé que manifestaran mi santidad delante de ellos.» (Estas son las aguas de Meribá en Cadés en el desierto de Zin.) (Números 27, 14)

  • Moisés, pues, dijo al pueblo: «Que se armen algunos de ustedes para la guerra. Que vayan a pelear contra Madián y sean los instrumentos de la venganza de Yavé contra él. (Números 31, 3)

  • Enviarán a la guerra mil hombres de cada tribu de Israel.» (Números 31, 4)

  • Reclutaron, pues, entre los israelitas, mil hombres por cada tribu, doce mil hombres armados para la guerra. (Números 31, 5)

  • Pelearon contra Madián, como Yavé había mandado a Moisés, y mataron a todos los varones. (Números 31, 7)

  • Moisés se enojó contra los jefes de las tropas, jefes de mil y jefes de cien que volvían del combate. (Números 31, 14)


“Seja grato e beije docemente a mão de Deus. É sempre a mão de um pai que pune porque lhe quer bem” São Padre Pio de Pietrelcina