Fondare 2038 Risultati per: hijos rebeldes

  • como tampoco los descendientes de Abrahán eran todos hijos suyos. Pues le fue dicho: Los hijos de Isaac serán considerados tus descendientes. (Carta a los Romanos 9, 7)

  • O sea, que no basta ser hijo suyo según la carne para ser hijo de Dios; la verdadera descendencia de Abrahán son los hijos que le han nacido a raíz de la promesa de Dios. (Carta a los Romanos 9, 8)

  • Así como se les dijo: "Ustedes no son mi pueblo", serán llamados "hijos del Dios vivo". (Carta a los Romanos 9, 26)

  • Respecto a Israel, Isaías dice sin vacilar: Aunque los hijos de Israel fueran tan numerosos como la arena del mar, sólo un resto se salvará. (Carta a los Romanos 9, 27)

  • entonces todo Israel se salvará, según dice la Escritura: De Sión saldrá el libertador que limpiará a los hijos de Jacob de todas sus faltas. (Carta a los Romanos 11, 26)

  • No les escribo esto para avergonzarlos, sino para amonestarlos como a hijos muy queridos. (1º Carta a los Corintios 4, 14)

  • Pues el esposo no creyente es santificado mediante su esposa, y la esposa no creyente es santificada mediante su marido cristiano. De no ser así, también sus hijos estarían lejos de Dios, mientras que en realidad ya han sido consagrados. (1º Carta a los Corintios 7, 14)

  • Páguennos con la misma moneda. Les hablo como a hijos; sean más abiertos. (2º Carta a los Corintios 6, 13)

  • Yo seré un padre para ustedes, y ustedes serán mis hijos e hijas, dice el Señor, Dueño del universo. (2º Carta a los Corintios 6, 18)

  • Ahora por tercera vez me preparo para visitarlos, y tampoco seré para ustedes una carga, pues no me intereso por lo que tienen, sino por ustedes mismos; y no son los hijos los que deben juntar dinero para sus padres, sino los padres para sus hijos. (2º Carta a los Corintios 12, 14)

  • Entiendan, pues, que quienes toman el camino de la fe son hijos de Abrahán. (Carta a los Gálatas 3, 7)

  • Ustedes están en Cristo Jesús, y todos son hijos de Dios gracias a la fe. (Carta a los Gálatas 3, 26)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina