Fondare 450 Risultati per: jefes

  • Los jefes de las familias de Leví se presentaron a Eleazar, el sacerdote, a Josué, hijo de Nun, y a los jefes de las familias de cada tribu de los hijos de Israel. (Josué 21, 1)

  • junto con diez de los principales jefes, uno por cada tribu. (Josué 22, 14)

  • El sacerdote Finjas y los jefes de las tribus se quedaron conformes con la respuesta de la gente de Rubén y de Gad y de la media tribu de Manasés. (Josué 22, 30)

  • Regresó Finjas a Israel con los jefes principales informando de todo. (Josué 22, 32)

  • Josué, muy anciano y cargado de años, reunió a todo Israel, a sus ancianos, jefes, secretarios y jueces para decirles: Estoy ya muy viejo. (Josué 23, 2)

  • Josué convocó en Siquem a todas las tribus de Israel, y reunió a los ancianos, jefes, jueces y secretarios. Juntos se presentaron delante de Dios. (Josué 24, 1)

  • El pueblo sirvió a Yavé en vida de Josué y de los jefes que le sobrevivieron y que habían sido testigos de todas las grandes hazañas de Yavé en favor de Israel. (Jueces 2, 7)

  • Mi corazón está con los jefes de Israel, con los voluntarios del pueblo. ¡Bendigan a Yavé! (Jueces 5, 9)

  • Tus raíces, Efraím, están en Amalec; tu hermano Benjamín está tras de ti entre tus tropas. De Makir han bajado capitanes; de Zabulón, jefes llevando la vara de bronce. (Jueces 5, 14)

  • Los jefes de Isacar están con Débora, Isacar está con Barac, lanzado tras sus huellas en la llanura. En los clanes de Rubén se multiplican las consultas. (Jueces 5, 15)

  • Hicieron prisioneros a los dos jefes de Madián, Oreb y Zeeb; mataron a Oreb en la peña de Oreb, y a Zeeb, en el lagar de Zeeb. Persiguieron a Madián y llevaron a Gedeón, al otro lado del Jordán, las cabezas de Oreb y Zeeb. (Jueces 7, 25)

  • Yavé ha entregado a los jefes de Madián, Oreb y Zeeb, en sus manos; ¿qué he podido hacer yo en comparación de lo que han hecho ustedes?» Con estas palabras que les dijo se calmaron sus ánimos. (Jueces 8, 3)


“Sejam como pequenas abelhas espirituais, que levam para sua colméia apenas mel e cera. Que, por meio de sua conversa, sua casa seja repleta de docilidade, paz, concórdia, humildade e piedade!” São Padre Pio de Pietrelcina