Fondare 395 Risultati per: obras de arte en bronce

  • Hagan, pues, que brille su luz ante los hombres; que vean estas buenas obras, y por ello den gloria al Padre de ustedes que está en los Cielos. (Evangelio según San Mateo 5, 16)

  • Por lo tanto, ustedes los reconocerán por sus obras. (Evangelio según San Mateo 7, 20)

  • Juan, que estaba en la cárcel, oyó hablar de las obras de Cristo, por lo que envió a sus discípulos (Evangelio según San Mateo 11, 2)

  • Está endemoniado. Luego vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: Es un comilón y un borracho, amigo de cobradores de impuestos y de pecadores. Con todo, se comprobará que la Sabiduría de Dios no se equivoca en sus obras.» (Evangelio según San Mateo 11, 19)

  • «¿Qué pasó?», les preguntó. Le contestaron: «¡Todo el asunto de Jesús Nazareno!» Era un profeta poderoso en obras y palabras, reconocido por Dios y por todo el pueblo. (Evangelio según San Lucas 24, 19)

  • Esto requiere un juicio: la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus obras eran malas. (Evangelio según San Juan 3, 19)

  • Pues el que obra el mal odia la luz y no va a la luz, no sea que sus obras malas sean descubiertas y condenadas. (Evangelio según San Juan 3, 20)

  • Pero el que hace la verdad va a la luz, para que se vea que sus obras han sido hechas en Dios.» (Evangelio según San Juan 3, 21)

  • Pero yo tengo un testimonio que vale más que el de Juan: son las obras que el Padre me encomendó realizar. Estas obras que yo hago hablan por mí y muestran que el Padre me ha enviado. (Evangelio según San Juan 5, 36)

  • Entonces le preguntaron: «¿Qué tenemos que hacer para trabajar en las obras de Dios?» (Evangelio según San Juan 6, 28)

  • Sus hermanos le dijeron: «No te quedes aquí, vete a Judea para que tus discípulos de allí vean las obras que realizas. (Evangelio según San Juan 7, 3)

  • El mundo no puede odiarlos a ustedes, pero a mí sí que me odia, porque yo muestro que sus obras son malas. (Evangelio según San Juan 7, 7)


“No tumulto das paixões terrenas e das adversidades, surge a grande esperança da misericórdia inexorável de Deus. Corramos confiantes ao tribunal da penitência onde Ele, com ansiedade paterna, espera-nos a todo instante.” São Padre Pio de Pietrelcina