Fondare 2418 Risultati per: poder en Israel
Pero añade, y se refiere a Israel: Todo el día extendí mis manos hacia un pueblo desobediente y rebelde. (Carta a los Romanos 10, 21)
No, Dios no ha rechazado a su pueblo, al que de antemano conoció. ¿No se acuerdan de lo que dice la Escritura acerca de Elías, cuando éste acusaba a Israel ante Dios? (Carta a los Romanos 11, 2)
Y entonces ¿qué? Israel no encontró lo que buscaba, pero sí lo encontraron esos elegidos mientras los demás se endurecían. (Carta a los Romanos 11, 7)
Si la caída de Israel fue una riqueza para el mundo, y lo que perdieron enriqueció a las naciones paganas, ¡como será cuando Israel alcance su plenitud! (Carta a los Romanos 11, 12)
Quiero, hermanos, que entiendan este misterio y no se sientan superiores. Una parte de Israel va a quedarse endurecida hasta que el conjunto de las naciones haya entrado; (Carta a los Romanos 11, 25)
entonces todo Israel se salvará, según dice la Escritura: De Sión saldrá el libertador que limpiará a los hijos de Jacob de todas sus faltas. (Carta a los Romanos 11, 26)
¿Y quién eres tú para criticar al servidor de otro? Si se mantiene en pie o se cae es asunto de su patrón. Pero no se caerá, porque su Señor tiene poder para mantenerlo en pie. (Carta a los Romanos 14, 4)
Que el Dios de toda esperanza los colme de gozo y paz en el camino de la fe y haga crecer en ustedes la esperanza por el poder del Espíritu Santo. (Carta a los Romanos 15, 13)
con cantidad de milagros y prodigios, y el poder del Espíritu Santo. Desde Jerusalén hasta el Ilírico, por todas partes he esparcido la Buena Nueva de Cristo. (Carta a los Romanos 15, 19)
¡Gloria sea dada al que tiene poder para afirmarlos en el Evangelio que anuncio y en la proclamación de Cristo Jesús! Pues se está descubriendo el plan misterioso mantenido oculto desde tantos siglos, (Carta a los Romanos 16, 25)
Porque el lenguaje de la cruz resulta una locura para los que se pierden; pero para los que se salvan, para nosotros, es poder de Dios. (1º Carta a los Corintios 1, 18)
Mis palabras y mi mensaje no contaron con los recursos de la oratoria, sino con manifestaciones de espíritu y poder, (1º Carta a los Corintios 2, 4)