Fondare 156 Risultati per: refugio seguro
Servirá de refugio a los pelícanos y erizos, y allí vivirán las lechuzas y los cuervos; Yavé tirará el cordel para aplanarlo y su nivel no dejará sino el vacío. (Isaías 34, 11)
¿Será un refugio de ladrones esta casa mía sobre la cual descansa mi Nombre? (Jeremías 7, 11)
Tú sabes, Yavé, que el hombre no es dueño de su camino, y mientras camina no está seguro de sus pasos. (Jeremías 10, 23)
«Si te cansa correr con los de a pie, ¿cómo competirás con los de a caballo? Si en país tranquilo no te sientes seguro, ¿qué harás en los bosques del Jordán?» (Jeremías 12, 5)
¡Oh Yavé, mi fuerza y mi fortaleza, mi refugio en el día de la desgracia! A ti vendrán a verte las naciones desde los últimos límites de la tierra, y dirán: Era sólo mentira lo que se transmitían nuestros padres, y vanidad y falta de poder. (Jeremías 16, 19)
No me hagas caer en el susto, tú, que eres mi refugio en el tiempo malo. (Jeremías 17, 17)
El gobernará este país según la justicia y el derecho. En aquel tiempo Judá gozará de paz, e Israel permanecerá seguro. Y éste es el nombre que le darán: Yavé-nuestra-justicia. (Jeremías 23, 6)
Porque Dios ha ordenado que todo cerro elevado y toda cuesta interminable sean rebajados, y rellenados los valles hasta aplanar la tierra, para que Israel camine seguro bajo la gloria de Dios. (Baruc 5, 7)
Acuérdate de esta advertencia, hijo de hombre: el día en que se les quite su "refugio", esa joya que es la alegría de sus ojos, así como también a sus hijos y a sus hijas en los que piensan continuamente, (Ezequiel 24, 25)
El árbol de los campos dará su fruto y la tierra, su cosecha; mi pueblo vivirá seguro en su tierra, porque habré roto su yugo y los habré librado de manos de los opresores. Entonces sabrán que yo soy Yavé. (Ezequiel 34, 27)
Por eso, hijo de hombre, profetiza y dile a Gog de mi parte: Cuando mi pueblo de Israel viva seguro, entonces será cuando caigas sobre él. (Ezequiel 38, 14)
Si no me dan a conocer el sueño, todos serán castigados. Seguramente se han puesto de acuerdo para decirme palabras mentirosas y falsas para ganar tiempo. Pero díganme ahora el sueño, y estaré seguro de la explicación que me darán después.» (Daniel 2, 9)