Fondare 525 Risultati per: respeto a los padres

  • Sus padres estaban fuera de sí y Jesús les ordenó que no dijeran a nadie lo que había sucedido. (Evangelio según San Lucas 8, 56)

  • ¡Pobres de ustedes, que construyen monumentos a los profetas! ¿Quién los mató sino los padres de ustedes? (Evangelio según San Lucas 11, 47)

  • Así, pues, ustedes reconocen lo que hicieron sus padres, pero siguen en lo mismo: ellos se deshicieron de los profetas, y ustedes ahora pueden construir. (Evangelio según San Lucas 11, 48)

  • Ustedes serán entregados por sus padres, hermanos, parientes y amigos, (Evangelio según San Lucas 21, 16)

  • Nuestros padres siempre vinieron a este cerro para adorar a Dios y ustedes, los judíos, ¿no dicen que Jerusalén es el lugar en que se debe adorar a Dios?» (Evangelio según San Juan 4, 20)

  • Sus discípulos le preguntaron: «Maestro, ¿quién ha pecado para que esté ciego: él o sus padres?» (Evangelio según San Juan 9, 2)

  • Jesús respondió: «Esta cosa no es por haber pecado él o sus padres, sino para que unas obras de Dios se hagan en él, y en forma clarísima. (Evangelio según San Juan 9, 3)

  • Los judíos no quisieron creer que siendo ciego había recobrado la vista, hasta que no llamaran a sus padres. (Evangelio según San Juan 9, 18)

  • Los padres respondieron: «Sabemos que es nuestro hijo y que nació ciego. (Evangelio según San Juan 9, 20)

  • Los padres contestaron así por miedo a los judíos, pues éstos habían decidido expulsar de sus comunidades a los que reconocieran a Jesús como el Mesías. (Evangelio según San Juan 9, 22)

  • Pero no; es el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, el que acaba de glorificar a su siervo Jesús. Ustedes lo entregaron y, cuando Pilato decidió dejarlo en libertad, renegaron de él. (Hecho de los Apóstoles 3, 13)

  • Ustedes son los hijos de los profetas y los herederos de la alianza que Dios pactó con nuestros padres, al decir a Abrahán: A través de tu descendencia serán bendecidas todas las familias de la tierra. (Hecho de los Apóstoles 3, 25)


“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina