Fondare 235 Risultati per: sacrificios
Ofrecía sacrificios a los dioses de Damasco que lo habían derrotado, pues se decía: «Los dioses de los reyes de Aram los ayudan a ellos; les ofreceré, pues, sacrificios y me ayudarán a mí.» Ellos fueron la causa de su ruina y la de todo Israel. (2 Crónicas 28, 23)
Después tomó la palabra Ezequías y dijo: «Ahora ustedes se han consagrado totalmente a Yavé; acérquense y traigan sacrificios de acción de gracias a la Casa de Yavé.» Y la asamblea ofreció sacrificios en acción de gracias, y los de corazón generoso, también holocaustos. (2 Crónicas 29, 31)
Hubo muchos holocaustos además de las grasas de los sacrificios de comunión y de las libaciones para los holocaustos. Así quedó restablecido el culto de la Casa de Yavé. (2 Crónicas 29, 35)
Ezequías habló al corazón de todos los levitas, que demostraban tener perfecto conocimiento de Yavé. Celebraron la solemnidad durante siete días sacrificando sacrificios de comunión y alabando a Yavé, el Dios de sus padres. (2 Crónicas 30, 22)
Ezequías restableció las clases de los sacerdotes y de los levitas, cada uno en su sección según su servicio, ya fuera sacerdote, ya levita, ya se tratara de holocaustos y sacrificios de comunión, ya de servicio litúrgico, acción de gracias o himnos en las puertas del campamento de Yavé. (2 Crónicas 31, 2)
Reedificó el altar de Yavé y ofreció sacrificios de comunión y de alabanza; y mandó a Judá que sirviera a Yavé, el Dios de Israel. (2 Crónicas 33, 16)
El pueblo aún ofrecía sacrificios en los lugares altos, pero nada más que a Yavé. (2 Crónicas 33, 17)
Derribaron en su presencia los altares de los baales y las piedras paradas que había sobre ellos, y rompió los troncos sagrados, las imágenes y los ídolos fundidos, reduciéndolos a polvo que esparció sobre las sepulturas de los que les habían ofrecido sacrificios. (2 Crónicas 34, 4)
Josué, hijo de Josadac, con sus hermanos los sacerdotes, y Zorobabel, hijo de Sealtiel, con sus hermanos, empezaron a reconstruir el altar del Dios de Israel, para ofrecer en él sacrificios, como está escrito en la Ley de Moisés, hombre de Dios. (Esdras 3, 2)
Después siguieron ofreciendo el sacrificio perpetuo y los sacrificios de los sábados, de las lunas nuevas, y todas las solemnidades de Yavé, además de lo que cada uno voluntariamente quería ofrecer a Yavé. (Esdras 3, 5)
se presentaron a Zorobabel, a Josué y a los jefes de familia, y les dijeron: «Permítannos cooperar con ustedes en la reconstrucción, porque también nosotros nos interesamos por su Dios, y le ofrecemos sacrificios desde el tiempo de Asar Jaddon, rey de Asiria, que nos trajo aquí.» (Esdras 4, 2)
«En el primer año de su reinado, el rey Ciro ha dado esta ordenanza referente a la Casa de Dios que está en Jerusalén: Que se pongan los cimientos de la casa y que la levanten con el fin de ofrecer en ella sacrificios. Dicha Casa tendrá treinta metros de alto y treinta de ancho, (Esdras 6, 3)