Fondare 2622 Risultati per: siete hijos de Saúl/page/219

  • A la mujer le dijo: «Multiplicaré tus sufrimientos en los embarazos y darás a luz a tus hijos con dolor. Siempre te hará falta un hombre, y él te dominará." (Génesis 3, 16)

  • Yavé le dijo: «No será así: me vengaré siete veces de quien mate a Caín.» Y Yavé puso una marca a Caín para que no lo matara el que lo encontrara. (Génesis 4, 15)

  • Si Caín ha de ser vengado siete veces, Lamec ha de serlo setenta y siete veces.» (Génesis 4, 24)

  • Después que nació Set, Adán vivió aún ochocientos años y tuvo otros hijos e hijas. (Génesis 5, 4)

  • Después que nació Enós, Set vivió aún ochocientos siete años y tuvo otros hijos e hijas. (Génesis 5, 7)

  • Después que nació Cainán vivió ochocientos años y tuvo otros hijos e hijas. (Génesis 5, 10)

  • vivió Cainán ochocientos cuarenta años y tuvo más hijos e hijas. (Génesis 5, 13)

  • Vivió aún ochocientos treinta años después del nacimiento de Jared, y tuvo otros hijos e hijas. (Génesis 5, 16)

  • Y vivió Jared después del nacimiento de Henoc ochocientos años y tuvo más hijos e hijas. (Génesis 5, 19)

  • Enoc anduvo con Dios y vivió después del nacimiento de Matusalén trescientos años y tuvo más hijos e hijas. (Génesis 5, 22)

  • Y después que nació Lamec, Matusalén vivió setecientos ochenta y dos años y fue padre de otros hijos e hijas. (Génesis 5, 26)

  • Vivió Lamec, después que le nació Noé, quinientos noventa y cinco años, y fue padre de más hijos e hijas. Lamec al morir tenía setecientos setenta y siete años. (Génesis 5, 30)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina