Fondare 78 Risultati per: verlo

  • Su marido se puso en camino y fue a visitarla para hablarle al corazón y hacerla volver a su casa. Llevaba consigo un muchacho y dos burros. Ella lo hizo entrar en la casa de su padre, el cual se alegró de verlo. (Jueces 19, 3)

  • pues su madre le había hecho una pequeña sotana. Ella venía a verlo cada año, cuando subía con su esposo para ofrecer el sacrificio anual. (1 Samuel 2, 19)

  • Samuel, pues, se vino donde Saúl. Al verlo, Saúl le dijo: «¡Que Yavé te bendiga! H umplido las órdenes de Yavé.» (1 Samuel 15, 13)

  • Al verlo, los servidores de Aquis le dijeron a éste: «Oh rey, ¿no es éste David? ¿No es éste a quien le cantaban en danza: "Saúl mató a mil, David mató a diez mil?" (1 Samuel 21, 12)

  • No había terminado de hacer esta pregunta, cuando se presentó Jonatán, hijo de Abiatar. Al verlo, Adonías le dijo: «¡A ver!, tú que eres un hombre honrado nos traerás seguramente buenas noticias.» (1 Reyes 1, 42)

  • El rey ordenó que lo sacaran de donde estaba y que fuera a verlo. Cuando lo tuvo en su presencia le dijo: «Márchate a tu casa tranquilo.» (1 Reyes 1, 53)

  • No creía lo que se me había dicho en mi país, hasta que he venido a verlo con mis propios ojos. Pero reconozco que no me habían contado ni la mitad. Tu sabiduría y bienestar supera todo lo que oí decir. (1 Reyes 10, 7)

  • Jezabel, su esposa, vino a verlo y le preguntó: «¿Por qué estás triste y no comes?» (1 Reyes 21, 5)

  • El rey había mandado a su escudero que vigilara la entrada de la ciudad, pero fue pisoteado ahí mismo por la muchedumbre, y murió, según lo había dicho Eliseo cuando el rey bajó a verlo. (2 Reyes 7, 17)

  • El faraón Necao encadenó a Joacaz en Riblá, en el país de Jamat, porque no quería verlo reinar en Jerusalén. Luego impuso al país una contribución de cien talentos de plata y diez de oro. (2 Reyes 23, 33)

  • Cuando David llegó junto a Ornán, éste miró y, al verlo, salió de la era para postrarse ante él, rostro en tierra. (1 Crónicas 21, 21)

  • Ese día Amán salió muy alegre, pues se sentía feliz; pero al pasar frente al palacio real notó que Mardoqueo no se levantaba, ni siquiera se movía de su asiento al verlo pasar. (Ester 5, 9)


“Enquanto estivermos vivos sempre seremos tentados. A vida é uma contínua luta. Se às vezes há uma trégua é para respirarmos um pouco.” São Padre Pio de Pietrelcina