Fondare 71 Risultati per: Abundancia

  • Las misericordias de Yahveh quiero recordar, las alabanzas de Yahveh, por todo lo que nos ha premiado Yahveh, por la gran bondad para la casa de Israel, que tuvo con nosotros en su misericordia, y por la abundancia de sus bondades. (Isaías 63, 7)

  • Todos estos judíos regresaron de los distintos lugares adonde se habían refugiado y venidos al país de Judá, junto a Godolías, a Mispá, cosecharon vino y mieses en gran abundancia. (Jeremías 40, 12)

  • Tu madre se parecía a una vid plantada a orillas de las aguas. Era fecunda, exuberante, por la abundancia de agua. (Ezequiel 19, 10)

  • Tenía ramas fuertes para ser cetros reales; su talla se elevó hasta dentro de las nubes. Era imponente por su altura, por su abundancia de ramaje. (Ezequiel 19, 11)

  • Tarsis era cliente tuya, por la abundancia de toda riqueza: plata, hierro, estaño y plomo daba por tus mercancías. (Ezequiel 27, 12)

  • Edom era cliente tuyo por la abundancia de tus productos: daba por tus mercancías malaquita, púrpura, recamados, batista, coral y rubíes. (Ezequiel 27, 16)

  • Damasco era cliente tuya por la abundancia de tus productos; gracias a la abundancia de toda riqueza, te proveía de vino de Jelbón y lana de Sajar. (Ezequiel 27, 18)

  • Cuando tus mercancías se desembarcaban, saciabas a muchos pueblos; con la abundancia de tus riquezas y productos enriquecías a los reyes de la tierra. (Ezequiel 27, 33)

  • Por eso su tronco superaba en altura a todos los árboles del campo, sus ramas se multiplicaban, se alargaba su ramaje, por la abundancia de agua que le hacía crecer. (Ezequiel 31, 5)

  • trátanos conforme a tu bondad y según la abundancia de tu misericordia. (Daniel 3, 42)

  • Comeréis en abundancia hasta hartaros, y alabaréis el nombre de Yahveh vuestro Dios, que hizo con vosotros maravillas. (¡Mi pueblo no será confundido jamás!) (Joel 2, 26)

  • Y les dijo: «Mirad y guardaos de toda codicia, porque, aun en la abundancia, la vida de uno no está asegurada por sus bienes.» (Lucas 12, 15)


“É difícil tornar-se santo. Difícil, mas não impossível. A estrada da perfeição é longa, tão longa quanto a vida de cada um. O consolo é o repouso no decorrer do caminho. Mas, apenas restauradas as forças, é necessário levantar-se rapidamente e retomar a viagem!” São Padre Pio de Pietrelcina