Fondare 72 Risultati per: Cuerno
Jonatán mató al gobernador de los filisteos que se hallaba en Guibeá, y supieron los filisteos que los hebreos se habian rebelado. Saúl hizo sonar el cuerno por toda la tierra, (I Samuel 13, 3)
Dijo Yahveh a Samuel: «¿Hasta cuándo vas a estar llorando por Saúl, después que yo le he rechazado para que no reine sobre Israel? Llena tu cuerno de aceite y vete. Voy a enviarte a Jesé, de Belén, porque he visto entre sus hijos un rey para mí.» (I Samuel 16, 1)
Tomó Samuel el cuerno de aceite y le ungió en medio de sus hermanos. Y a partir de entonces, vino sobre David el espíritu de Yahveh. Samuel se levantó y se fue a Ramá. (I Samuel 16, 13)
Joab hizo sonar el cuerno: toda la tropa se detuvo y no persiguió más a Israel; así cesó el combate. (II Samuel 2, 28)
Envió Absalón mensajeros a todas las tribus de Israel diciendo: «Cuando oigáis sonar el cuerno decid: «¡Absalón se ha proclamado rey en Hebrón!» (II Samuel 15, 10)
Joab mandó tocar el cuerno y el ejército dejó de perseguir a Israel, porque Joab retuvo al ejército. (II Samuel 18, 16)
Había allí un malvado llamado Seba, hijo de Bikrí, benjaminita, que hizo sonar el cuerno y dijo: «No tenemos parte con David, ni tenemos heredad con el hijo de Jesé. ¡Cada uno a sus tiendas, Israel!» (II Samuel 20, 1)
La mujer entró en la ciudad y habló a todo el pueblo con su habitual prudencia. Le cortaron la cabeza a Seba, hijo de Bikrí, y se la arrojaron a Joab. Entonces éste hizo sonar el cuerno y se alejaron de la ciudad cada uno a su tienda. Joab se volvió a Jerusalén junto al rey. (II Samuel 20, 22)
El sacerdote Sadoq y el profeta Natán le ungirán allí como rey de Israel, tocaréis el cuerno y gritaréis: "Viva el rey Salomón." (I Reyes 1, 34)
El sacerdote Sadoq tomó de la Tienda el cuerno del aceite y ungió a Salomón, tocaron el cuerno y todo el pueblo gritó: «Viva el rey Salomón.» (I Reyes 1, 39)
Lo oyó Adonías y todos los invitados que con él estaban cuando habían acabado de comer; oyó Joab el sonido del cuerno y dijo: «¿Por qué este ruido de la ciudad alborotada?» (I Reyes 1, 41)
Se apresuraron a tomar cada uno su manto que colocaron bajo él encima de las gradas; tocaron el cuerno y gritaron: «Jehú es rey.» (II Reyes 9, 13)