Fondare 32 Risultati per: Entrado

  • Era David hijo de un efrateo de Belén de Judá, llamado Jesé, que tenía ocho hijos. En tiempo de Saúl este hombre era ya anciano, muy entrado en años. (I Samuel 17, 12)

  • Se avisó a Saúl que David había entrado en Queilá y dijo: «Dios lo ha entregado en mis manos, pues él mismo se ha encerrado yendo a una ciudad con puertas y cerrojos.» (I Samuel 23, 7)

  • Dijo David a Abner: «¿No eres tú un hombre? ¿Quién como tú en Israel? ¿Por qué, pues, no has custadiado al rey tu señor? Pues uno del pueblo ha entrado para matar al rey, tu señor. (I Samuel 26, 15)

  • Era ya viejo el rey David y entrado en años; le cubrían con vestidos pero no entraba en calor. (I Reyes 1, 1)

  • Joás dijo a los sacerdotes: «Todo el dinero de las ofrendas sagradas que ha entrado en la Casa de Yahveh, el dinero de las tasas personales, todo el dinero que ofrece el corazón de cada uno a la Casa de Yahveh, (II Reyes 12, 5)

  • Cuando el edomita Doeg vino a avisar a Saúl diciéndole: «David ha entrado en casa de Ajimélek.» (Salmos 52, 2)

  • Pero apenas entró Jonatán en Tolemaida cuando los tolemaiditas cerraron las puertas, le apresaron a él y pasaron a filo de espada a cuantos con él habían entrado. (I Macabeos 12, 48)

  • Pero al enterarse Arsaces, rey de Persia y Media, de que Demetrio había entrado en su término, mandó a uno de sus generales para capturarle vivo. (I Macabeos 14, 2)

  • al mismo que poco antes, con numeroso séquito y con toda su guardia, había entrado en el mencionado Tesoro, lo llevaban ahora incapaz de valerse por sí mismo, reconociendo todos claramente la soberanía de Dios. (II Macabeos 3, 28)

  • En efecto, habiendo entrado en la ciudad llamada Persépolis, pretendió saquear el santuario y oprimir la ciudad; ante ello, la muchedumbre sublevándose acudió a las armas y le puso en fuga; y sucedió que Antíoco, ahuyentado por los naturales del país, hubo de emprender una vergonzosa retirada. (II Macabeos 9, 2)

  • Ya he entrado en mi huerto, hermana mía, novia; he tomado mi mirra con mi bálsamo, he comido mi miel con mi panal, he bebido mi vino con mi leche. ¡Comed, amigos, bebed, oh queridos, embriagaos! (Cantar 5, 1)

  • «La muerte ha trepado por nuestras ventanas, ha entrado en nuestros palacios, barriendo de la calle al chiquillo, a los mozos de las plazas. (Jeremías 9, 20)


“Mesmo quando perdemos a consciência deste mundo, quando parecemos já mortos, Deus nos dá ainda uma chance de entender o que é realmente o pecado, antes de nos julgar. E se entendemos corretamente, como podemos não nos arrepender?” São Padre Pio de Pietrelcina