Fondare 991 Risultati per: Gad

  • Tomó luego el sebo: el rabo, todo el sebo que cubre las entrañas, el que queda junto al hígado, los dos riñones con su sebo y la pierna derecha. (Levítico 8, 25)

  • Luego quemó sobre el altar el sebo, los riñones y lo que queda junto al hígado de la víctima por el pecado, como Yahveh había mandado a Moisés; (Levítico 9, 10)

  • En cuanto a las partes grasas del toro y del carnero, el rabo, el sebo que cubre las entrañas, los riñones y lo que queda junto al hígado, (Levítico 9, 19)

  • se trata de lepra arraigada en su piel; el sacerdote lo declarará impuro y no le recluirá, porque es impuro. (Levítico 13, 11)

  • El afectado por la lepra llevará los vestido rasgados y desgreñada la cabeza, se cubrirá hasta el bigote e irá gritando: «¡Impuro, impuro!» (Levítico 13, 45)

  • El hombre encargado de soltar el macho cabrío para Azazel lavará sus vestidos y bañará su cuerpo en agua; después de esto podrá entrar en el campamento. (Levítico 16, 26)

  • Se ha hecho impuro el país; por eso he castigado su iniquidad, y el país ha vomitado a sus habitantes. (Levítico 18, 25)

  • Si un hombre se acuesta maritalmente con una mujer que es una sierva perteneciente a otro, sin que haya sido rescatada ni liberada, será él castigado, pero no con pena de muerte, pues ella no era libre. (Levítico 19, 20)

  • Yo mismo volveré mi rostro contra ese hombre y los exterminaré de en medio de su pueblo, por haber entregado un hijo suyo a Mólek, haciendo impuro mi santuario y profanando mi nombre santo. (Levítico 20, 3)

  • Que guarden mis observancias, no sea que, cargados así de pecado, al profanarlas mueran por ello. Yo, Yahveh, el que los santifico. (Levítico 22, 9)

  • Traeré sobre vosotros la espada vengadora de la alianza. Os reuniréis entonces en vuestras ciudades, pero yo enviaré la peste en medio de vosotros y seréis entregados en manos del enemigo. (Levítico 26, 25)

  • Por Gad, Elyasaf, hijo de Reuel. (Números 1, 14)


“Todas as pessoas que escolhem a melhor parte (viver em Cristo) devem passar pelas dores de Cristo; algumas mais, algumas menos…” São Padre Pio de Pietrelcina