Fondare 991 Risultati per: Gad

  • Entonces, ¿para qué la ley? Fue añadida en razón de las transgresiones hasta que llegase la descendencia, a quien iba destinada la promesa, ley que fue promulgada por los ángeles y con la intervención de un mediador. (Gálatas 3, 19)

  • Según eso, ¿la ley se opone a las promesas de Dios? ¡De ningún modo! Si de hecho se nos hubiera otorgado una ley capaz de vivificar, en ese caso la justicia vendría realmente de la ley. (Gálatas 3, 21)

  • Pero, de hecho, la Escritura encerró todo bajo el pecado, a fin de que la Promesa fuera otorgada a los creyentes mediante la fe en Jesucristo. (Gálatas 3, 22)

  • Mas, una vez llegada la fe, ya no estamos bajo el pedagogo. (Gálatas 3, 25)

  • De nuevo declaro a todo hombre que se circuncida que queda obligado a practicar toda la ley. (Gálatas 5, 3)

  • que ha prodigado sobre nosotros en toda sabiduría e inteligencia, (Efesios 1, 8)

  • iluminando los ojos de vuestro corazón para que conozcáis cuál es la esperanza a que habéis sido llamados por él; cuál la riqueza de la gloria otorgada por él en herencia a los santos, (Efesios 1, 18)

  • Mas ahora, en Cristo Jesús, vosotros, los que en otro tiempo estabais lejos, habéis llegado a estar cerca por la sangre de Cristo. (Efesios 2, 13)

  • del cual he llegado a ser ministro, conforme al don de la gracia de Dios a mí concedida por la fuerza de su poder. (Efesios 3, 7)

  • que Cristo habite por la fe en vuestros corazones, para que, arraigados y cimentados en el amor, (Efesios 3, 17)

  • presentándole la Palabra de vida para orgullo mío en el Día de Cristo, ya que no habré corrido ni me habré fatigado en vano. (Filipenses 2, 16)

  • Entretanto, he juzgado necesario devolveros a Epafrodito, mi hermano, colaborador y compañero de armas, enviado por vosotros con el encargo de servirme en mi necesidad, (Filipenses 2, 25)


“O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina