Fondare 813 Risultati per: Judá

  • Su padre les dijo: «¿Por qué camino se ha ido?» Sus hijos le mostraron el camino por el que se fue el hombre de Dios que vino de Judá. (I Reyes 13, 12)

  • Fue en seguimiento del hombre de Dios y le encontró sentado bajo el terebinto y le dijo: «¿Eres tú el hombre de Dios que ha venido de Judá?» El respondió: «Yo soy.» (I Reyes 13, 14)

  • y gritó al hombre de Dios que vino de Judá, diciendo: «Así dice Yahveh: Porque has desobedecido la voz de Yahveh y no has guardado la orden que Yahveh tu Dios te había dado, (I Reyes 13, 21)

  • Roboam, hijo de Salomón, reinó en Judá; tenía 41 años Roboam cuando comenzó a reinar y reinó diecisiete años en Jerusalén, la ciudad que había elegido Yahveh de entre todas las tribus de Israel para poner en ella su Nombre. El nombre de su madre era Naamá, ammonita. (I Reyes 14, 21)

  • Judá hizo el mal a los ojos de Yahveh. Irritaron su celo más que lo hicieron sus padres por los pecados que cometían: (I Reyes 14, 22)

  • El resto de los hechos de Roboam, todo cuanto hizo, ¿no está escrito en el libro de los Anales de los reyes de Judá? (I Reyes 14, 29)

  • El año dieciocho del rey Jeroboam, hijo de Nebat, comenzó a reinar Abiyyam sobre Judá. (I Reyes 15, 1)

  • El resto de los hechos de Abiyyam, todo cuanto hizo, ¿no está escrito en el libro de los Anales de los reyes de Judá? Hubo guerra entre Abiyyam y Jeroboam. (I Reyes 15, 7)

  • El año veinte de Jeroboam, rey de Israel, commenzó a reinar Asá en Judá. (I Reyes 15, 9)

  • Basá, rey de Israel, subió contra Judá y fortificó Ramá, para cortar las communicaciones a Asá, rey de Judá. (I Reyes 15, 17)

  • El rey Asá convocó a todo Judá sin excepción. Se llevaron la piedra y la madera con que Basá fortificaba Ramá, y el rey Asá fortificó con ellas Gueba de Benjamín y Mispá. (I Reyes 15, 22)

  • El resto de los hechos de Asá, toda su bravura y cuanto hizo, ¿no está escrito en el libro de los Anales de los reyes de Judá? Sólo que en su ancianidad enfermó de los pies. (I Reyes 15, 23)


“O Senhor se comunica conosco à medida que nos libertamos do nosso apego aos sentidos, que sacrificamos nossa vontade própria e que edificamos nossa vida na humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina