Fondare 189 Risultati per: Judas Macabeo
Habiéndose dirigido al Carnión y al Atargateion, Judas dio muerte a 25.000 hombres. (II Macabeos 12, 26)
Judas y los suyos se lo agradecieron y les exhortaron a que también en lo sucesivo se mostraran bien dispuestos con su raza. Llegaron a Jerusalén en la proximidad de la fiesta de las Semanas. (II Macabeos 12, 31)
Ante la fatiga de los hombres de Esdrías que llevaban mucho tiempo luchando, Judas suplicó al Señor que se mostrase su aliado y su guía en el combate. (II Macabeos 12, 36)
Judas, después de reorganizar el ejército, se dirigió hacia la ciudad de Odolam. Al llegar el día séptimo, se purificaron según la costumbre y celebraron allí el sábado. (II Macabeos 12, 38)
Al día siguiente, fueron en busca de Judas (cuando se hacía ya necesario), para recoger los cadáveres de los que habían caído y depositarlos con sus parientes en los sepulcros de sus padres. (II Macabeos 12, 39)
y pasaron a la súplica, rogando que quedara completamente borrado el pecado cometido. El valeroso Judas recomendó a la multitud que se mantuvieran limpios de pecado, a la vista de lo sucedido por el pecado de los que habían sucumbido. (II Macabeos 12, 42)
El año 149, los hombres de Judas se enteraron de que Antíoco Eupátor marchaba sobre Judea con numerosas tropas, (II Macabeos 13, 1)
Al saberlo Judas mandó a la tropa que invocara al Señor día y noche, para que también en esta ocasión, como en otras, viniera en ayuda de los que estaban a punto de ser privados de la Ley, de la patria y del Templo santo, (II Macabeos 13, 10)
Una vez que todos juntos cumplieron la orden y suplicaron al Señor misericordioso con lamentaciones y ayunos y postraciones durante tres días seguidos, Judas les animó y les mandó que estuvieran preparados. (II Macabeos 13, 12)
Judas, dejando la decisión al Creador del mundo, animó a sus hombres a combatir heroicamente hasta la muerte por la causa de las leyes, el Templo, la ciudad, la patria y las instituciones; y acampó en las cercanías de Modín. (II Macabeos 13, 14)
cuando el día despuntaba. Todo ello sucedió, gracias a la protección que el Señor había brindado a Judas. (II Macabeos 13, 17)
Judas hizo llegar a los de dentro lo que necesitaban. (II Macabeos 13, 20)