Fondare 161 Risultati per: Montaña

  • En la montaña: Samir, Yattir, Sokó, (Josué 15, 48)

  • La suerte que tocó a los hijos de José comenzaba, por el lado oriental, en el Jordán, a la altura de Jericó (las aguas de Jericó), en el desierto que sube de Jericó a la montaña de Betel; (Josué 16, 1)

  • Josué respondió: «Si eres un pueblo tan numeroso sube a los bosques y corta para ti el de la región de los perizitas y de los refaítas, pues la montaña de Efraím es demasiado estrecha para ti.» (Josué 17, 15)

  • Los hijos de José respondieron: «La montaña no nos basta, y todos los cananeos que habitan en el llano tienen carros de hierro, lo mismo los de Bet Seán y sus filiales que los de la llanura de Yizreel.» (Josué 17, 16)

  • sino que tendrás también la montaña; está cubierta de bosques pero tú la talarás y serás tuya la región resultante; y expulsarás al cananeo, aunque tiene carros de hierro y es muy fuerte.» (Josué 17, 18)

  • Su límite, por el lado norte, partía del Jordán, subía por el flanco norte de Jericó, hasta alcanzar la montaña hacia el oeste, y venía a salir al desierto de Bet Avén. (Josué 18, 12)

  • según orden de Yahveh, le dieron la ciudad que había pedido, Timnat Sérak, en la montaña de Efraím. Reconstruyó la ciudad y se estableció en ella. (Josué 19, 50)

  • Consagraron: Quedes en Galilea, en la montaña de Neftalí, Siquem en la montaña de Efraím, Quiryat Arbá, o sea Hebrón, en la montaña de Judá. (Josué 20, 7)

  • Les dieron Quiryat Arbá (ciudad del padre de Anaq), o sea Hebrón, en la montaña de Judá, con los pastos circundantes. (Josué 21, 11)

  • Se les dio, como ciudad de asilo para los homicidas, Siquem con sus pastos, en la montaña de Efraím, y además Guézer con sus pastos. (Josué 21, 21)

  • A Isaac le di por hijos a Jacob y Esaú. A Esaú le di en propiedad la montaña de Seír. Jacob y sus hijos bajaron a Egipto. (Josué 24, 4)

  • Fue enterrado en el término de su heredad, en Timnat Séraj, que está en la montaña de Efraím, al norte del monte Gaás. (Josué 24, 30)


“Deus não opera prodígios onde não há fé.” São Padre Pio de Pietrelcina