Fondare 208 Risultati per: Pecados

  • No se complace el Altísimo en ofrendas de impíos, ni por el cúmulo de víctimas perdona los pecados. (Eclesiástico 34, 19)

  • Así el hombre que ayuna por sus pecados y que vuelve otra vez a hacer lo mismo; su oración, ¿quién la escuchará? ¿de qué le ha servido el humillarse? (Eclesiástico 34, 26)

  • Aplica su corazón a ir bien de mañana donde el Señor su Hacedor; suplica ante el Altísimo, abre su boca en oración y por sus pecados suplica. (Eclesiástico 39, 5)

  • El Señor le perdonó sus pecados y exaltó su cuerno para siempre: le otorgó la alianza real, un trono de gloria en Israel. (Eclesiástico 47, 11)

  • Y Jeroboam, hijo de Nabat, fue el que hizo pecar a Israel, y señaló a Efraím el camino del pecado. Desde entonces se multiplicaron sus pecados tanto que expulsaron al pueblo de su tierra. (Eclesiástico 47, 24)

  • Con todo esto, el pueblo no se arrepintió, ni de sus pecados se apartaron, hasta que fueron deportados de la tierra y esparcidos por el mundo entero. (Eclesiástico 48, 15)

  • Sólo quedó un pueblo reducido, con un príncipe de la casa de David. Algunos de ellos hicieron lo agradable a Dios, pero otros multiplicaron los pecados. (Eclesiástico 48, 16)

  • Venid, pues, y disputemos - dice Yahveh -: Así fueren vuestros pecados como la grana, cual la nieve blanquearán. Y así fueren rojos como el carmesí, cual la lana quedarán. (Isaías 1, 18)

  • La expresión de su rostro les denuncia, y sus pecados como Sodoma manifiestan, no se ocultan. ¡Ay de ellos, porque han merecido su propio mal! (Isaías 3, 9)

  • Entonces mi amargura se trocará en bienestar, pues tú preservaste mi alma de la fosa de la nada, porque te echaste a la espalda todos mis pecados. (Isaías 38, 17)

  • Hablad al corazón de Jerusalén y decidle bien alto que ya ha cumplido su milicia, ya ha satisfecho por su culpa, pues ha recibido de mano de Yahveh castigo doble por todos sus pecados. (Isaías 40, 2)

  • No me has comprado cañas con dinero ni con la grasa de tus sacrificios me has saciado; hasta me has convertido en siervo con tus pecados, y me has cansado con tus iniquidades. (Isaías 43, 24)


“A caridade é o metro com o qual o Senhor nos julgará.” São Padre Pio de Pietrelcina