Fondare 170 Risultati per: Quedará

  • El también será llevado a Asiria, como ofrenda para el gran rey. Efraím recogerá vergüenza, e Israel quedará corrida de su plan. (Oseas 10, 6)

  • Egipto quedará hecho una desolación, Edom un desierto desolado, por su violencia contra los hijos de Judá, por haber derramado sangre inocente en su tierra. (Joel 4, 19)

  • Porque así dice el Señor Yahveh a la casa de Israel: La ciudad que sacaba mil a campaña quedará sólo con cien, y la que sacaba cien quedará sólo con diez. (Amós 5, 3)

  • Y la tierra quedará en desolación, a causa de sus habitantes, como fruto de sus obras. (Miqueas 7, 13)

  • Pues Gaza quedará en desamparo, y Ascalón en desolación, a Asdod se la expulsará en pleno mediodía, y Ecrón será arrancada de raíz. (Sofonías 2, 4)

  • quedará la liga del mar convertida en pastizales, en pradera de pastores, en apriscos de ovejas.» (Sofonías 2, 6)

  • Por eso, ¡por mi vida - oráculo de Yahveh Sebaot, Dios de Israel - que Moab quedará como Sodoma, y los habitantes de Ammón como Gomorra: cardizal, mina de sal, desolación para siempre! El Resto de mi pueblo los saqueará, lo que quede de mi nación los heredará. (Sofonías 2, 9)

  • «Si alguien lleva carne sagrada en el halda de su vestido, y toca con su halda pan, guiso, vino, aceite o cualquier otra comida, ¿quedará ésta santificada?» Respondieron los sacerdotes y dijeron: «No.» (Ageo 2, 12)

  • quitaré su sangre de su boca, y sus abominaciones de sus dientes. Quedará él también como resto para nuestro Dios, será como un familiar en Judá, y Ecrón será como el jebuseo. (Zacarías 9, 7)

  • Y sucederá en toda esta tierra - oráculo de Yahveh - que dos tercios serán en ella exterminados (perecerán) y el otro tercio quedará en ella. (Zacarías 13, 8)

  • así tu limosna quedará en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. (Mateo 6, 4)

  • Replicó el centurión: «Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; basta que lo digas de palabra y mi criado quedará sano. (Mateo 8, 8)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina