Fondare 124 Risultati per: Samuel

  • Envió entonces Yahveh a Yerubbaal, a Baraq, a Jefté y a Samuel, os ha librado de los enemigos que os rodeaban y habéis vivido en seguridad. (I Samuel 12, 11)

  • Invocó Samuel a Yahveh, que hizo tronar y llover aquel mismo día, y todo el pueblo cobró mucho temor a Yahveh y a Samuel. (I Samuel 12, 18)

  • Dijo todo el pueblo a Samuel: «Suplica a Yahveh tu Dios en favor de tus siervos, para que no muramos; hemos colmado nuestros pecados pidiendo en rey para nosotros.» (I Samuel 12, 19)

  • Pero Samuel dijo al pueblo: «No temáis. Cierto que habéis hecho esta maldad. Pero ahora, no os alejéis de Yahveh y servidle con todo vuestro corazón, (I Samuel 12, 20)

  • Esperó siete días conforme al plazo que Samuel había fijado, pero Samuel no llegó a Guilgal y el ejército se desbandó, abandonando a Saúl. (I Samuel 13, 8)

  • Acababa él de ofrecer el holocausto, cuando llegó Samuel, y Saúl le salió al encuentro para saludarle. (I Samuel 13, 10)

  • Samuel dijo: «¿Qué has hecho?» Y Saúl respondió: «Como vi que el ejército me abandonaba y se desbandaba, que, por otro lado, tú no venías en el plazo fijado, y que los filisteos estaban ya concentrados en Mikmás, (I Samuel 13, 11)

  • Samuel dijo a Saúl: «Te has portado como un necio. Si hubieras cumplido la orden que Yahveh tu Dios te ha dado, entonces Yahveh hubiera afianzado tu reino para siempre sobre Israel. (I Samuel 13, 13)

  • Se levantó Samuel y partió de Guilgal para seguir su camino. Los que quedaban del pueblo subieron tras Saúl al encuentro de los hombres de guerra, y vino de Guilgal a Gueba de Benjamín. Saúl pasó revista a las tropas que tenía con él: había unos seiscientos hombres. (I Samuel 13, 15)

  • Samuel dijo a Saúl: «Yahveh me ha enviado para consagrarte rey sobre su pueblo Israel. Escucha, pues, las palabras de Yahveh: (I Samuel 15, 1)

  • Le fue dirigida la palabra de Dios a Samuel diciendo: (I Samuel 15, 10)

  • «Me arrepiento de haber dedo la realeza a Saúl, porque se ha apartado de mí y no ha ejecutado mis órdenes.» Se conmovió Samuel y estuvo clamando a Yahveh toda la noche. (I Samuel 15, 11)


“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina