Fondare 269 Risultati per: aguas del Nilo

  • Atravesarán el mar de la angustia, (él herirá en el mar las ondas), y quedarán secas todas las honduras del Nilo. Será abatido el orgullo de Asur, y el cetro de Egipto llegará a su fin. (Zacarías 10, 11)

  • Sucederá aquel día que saldrán de Jerusalén aguas vivas, mitad hacia el mar oriental, mitad hacia el mar occidental: las habrá tanto en verano como en invierno. (Zacarías 14, 8)

  • El les dijo: «Id.» Saliendo ellos, se fueron a los puercos, y de pronto toda la piara se arrojó al mar precipicio abajo, y perecieron en las aguas. (Mateo 8, 32)

  • Pedro le respondió: «Señor, si eres tú, mándame ir donde ti sobre las aguas.» (Mateo 14, 28)

  • «¡Ven!», le dijo. Bajó Pedro de la barca y se puso a caminar sobre las aguas, yendo hacia Jesús. (Mateo 14, 29)

  • Porque ignoran intencionadamente que hace tiempo existieron unos cielos y también una tierra surgida del agua y establecida entre las aguas por la Palabra de Dios, (II Pedro 3, 5)

  • y que, por esto, el mundo de entonces pereció inundado por las aguas del diluvio, (II Pedro 3, 6)

  • sus pies parecían de metal precioso acrisolado en el horno; su voz como voz de grandes aguas. (Apocalipsis 1, 15)

  • Porque el Cordero que está en medio del trono los apacentará y los guiará a los manantiales de las aguas de la vida. Y Dios enjugará toda lágrima de sus ojos.» (Apocalipsis 7, 17)

  • La estrella se llama Ajenjo. La tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo, y mucha gente murió por las aguas, que se habían vuelto amargas. (Apocalipsis 8, 11)

  • Estos tienen poder de cerrar el cielo para que no llueva los días en que profeticen; tienen también poder sobre las aguas para convertirlas en sangre, y poder de herir la tierra con toda clase de plagas, todas las veces que quieran. (Apocalipsis 11, 6)

  • Y oí un ruido que venía del cielo, como el ruido de grandes aguas o el fragor de un gran trueno; y el ruido que oía era como de citaristas que tocaran sus cítaras. (Apocalipsis 14, 2)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina