Fondare 5489 Risultati per: alimento para el alma

  • Su cola arrastra la tercera parte de las estrellas del cielo y las precipitó sobre la tierra. El Dragón se detuvo delante de la Mujer que iba a dar a luz, para devorar a su Hijo en cuanto lo diera a luz. (Apocalipsis 12, 4)

  • Y la mujer huyó al desierto, donde tiene un lugar preparado por Dios para ser allí alimentada 1.260 días. (Apocalipsis 12, 6)

  • pero no prevalecieron y no hubo ya en el cielo lugar para ellos. (Apocalipsis 12, 8)

  • Pero se le dieron a la Mujer las dos alas del águila grande para volar al desierto, a su lugar, lejos del Dragón, donde tiene que ser alimentada un tiempo y tiempos y medio tiempo. (Apocalipsis 12, 14)

  • Entonces el Dragón vomitó de sus fauces como un río de agua, detrás de la Mujer, para arrastrarla con su corriente. (Apocalipsis 12, 15)

  • y ella abrió su boca para blasfemar contra Dios: para blasfemar de su nombre y de su morada y de los que moran en el cielo. (Apocalipsis 13, 6)

  • Estos son los que no se mancharon con mujeres, pues son vírgenes. Estos siguen al Cordero a dondequiera que vaya, y han sido rescatados de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero, (Apocalipsis 14, 4)

  • Y la humareda de su tormento se eleva por los siglos de los siglos; no hay reposo, ni de día ni de noche, para los que adoran a la Bestia y a su imagen, ni para el que acepta la marca de su nombre.» (Apocalipsis 14, 11)

  • El segundo derramó su copa sobre el mar; y se convirtió en sangre como de muerto, y toda alma viviente murió en el mar. (Apocalipsis 16, 3)

  • El sexto derramó su copa sobre el gran río Eufrates; y sus aguas se secaron para preparar el camino a los reyes del Oriente. (Apocalipsis 16, 12)

  • Son espíritus de demonios, que realizan señales y van donde los reyes de todo el mundo para convocarlos a la gran batalla del Gran Día del Dios Todopoderoso. (Apocalipsis 16, 14)

  • (Mira que vengo como ladrón. Dichoso el que esté en vela y conserve sus vestidos, para no andar desnudo y que se vean sus vergüenzas). (Apocalipsis 16, 15)


“O Senhor se comunica conosco à medida que nos libertamos do nosso apego aos sentidos, que sacrificamos nossa vontade própria e que edificamos nossa vida na humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina