Fondare 5489 Risultati per: alimento para el alma

  • Y vio que Yahveh estaba sobre ella, y que le dijo: «Yo soy Yahveh, el Dios de tu padre Abraham y el Dios de Isaac. La tierra en que estás acostado te la doy para ti y tu descendencia. (Génesis 28, 13)

  • Dame a mis mujeres y a mis hijos por quienes te he servido, para que me vaya; pues bien sabes bajo qué condiciones te he servido.» (Génesis 30, 26)

  • Además, siempre que se calentaban las reses vigorosas, poníales Jacob las varas ante los ojos en las pilas, para que se calentaran bajo el influjo de las varas; (Génesis 30, 41)

  • mas cuando el ganado estaba débil, no las ponía de modo que las crías débiles eran para Labán, y las vigorosas para Jacob. (Génesis 30, 42)

  • Jacob observó el rostro de Labán y vio que ya no era para con él como hasta entonces. (Génesis 31, 2)

  • ¿No hemos sido consideradas como extrañas para él, puesto que nos vendió y, por comerse, incluso se comió nuestra plata? (Génesis 31, 15)

  • y se llevó todo su ganado y toda la hacienda que había adquirido, el ganado de su propiedad, que había adquirido en Paddán Aram, para irse a donde su padre Isaac a Canaán. (Génesis 31, 18)

  • Hay poder en mi mano para hacerte mal: pero el Dios de tu padre me dijo ayer noche: "Guárdate de hablar a Jacob absolutamente nada, ni bueno ni malo." (Génesis 31, 29)

  • Testigo sea este majano, y testigo sea esta estela de que yo no he de traspasar este majano hacia ti, ni tú has de traspasar este majano y esta estela hacia mí para nada malo. (Génesis 31, 52)

  • Me hice con bueyes, asnos, ovejas, siervos y siervas; y ahora mando a avisar a mi señor, para hallar gracia a sus ojos.» (Génesis 32, 6)

  • Y Jacob pasó allí aquella noche. Tomó de lo que tenía a mano un regalo para su hermano Esaú, (Génesis 32, 14)

  • Y al primero le encargó: «Cuando te salga al paso mi hermano Esaú y te pregunte "de quién eres y adónde vas, y para quién es eso que va delante de ti", (Génesis 32, 18)


“Combata vigorosamente, se está interessado em obter o prêmio destinado às almas fortes.” São Padre Pio de Pietrelcina