Fondare 301 Risultati per: hija

  • Sube a Galaad y recoge bálsamo, virgen, hija de Egipto; en vano menudeas las curas: alivio no hay para ti. (Jeremías 46, 11)

  • Avíos de destierro haz para ti, población, hija de Egipto, porque Nof parará en desolación, y quedará arrasada sin habitantes. (Jeremías 46, 19)

  • Han puesto en vergüenza a la hija de Egipto: ha sido entregada al pueblo del norte. (Jeremías 46, 24)

  • Desciende del honor y siéntate en la tierra seca, población hija de Dibón, porque el devastador de Moab ha subido contra ti, ha destruido tus fortalezas. (Jeremías 48, 18)

  • Arco y lanza blanden, crueles son y sin entrañas. Su voz como la mar muge, y a caballo van montados, ordenados como un solo hombre para la guerra contra ti, hija de Babel. (Jeremías 50, 42)

  • Porque así dice Yahveh Sebaot, el Dios de Israel: La hija de Babel es como era al tiempo de apisonarla; un poco más, y le habrá llegado el tiempo de la siega. (Jeremías 51, 33)

  • Veintiún años tenía Sedecías cuando comenzó a reinar y reinó once años en Jerusalén; el nombre de su madre era Jamital, hija de Jeremías, de Libná. (Jeremías 52, 1)

  • Vau. De la hija de Sión se ha ido todo su esplendor. Sus príncipes son como ciervos que no encuentran pasto, caminando van sin fuerzas delante del hostigador. (Lamentaciones 1, 6)

  • Sámek. Ha desechado a todos mis valientes de en medio de mí el Señor. Ha convocado un concejo contra mí para acabar con mis jóvenes. El Señor ha pisado en lagar a la virgen, hija de Judá. (Lamentaciones 1, 15)

  • Alef. ¡Cómo, ay, ha anublado, en su cólera, el Señor a la hija de Sión! ¡Del cielo a la tierra ha precipitado el esplendor de Israel, sin acordarse del estrado de sus pies, en el día de su cólera! (Lamentaciones 2, 1)

  • Bet. El Señor ha destruido sin piedad todas las moradas de Jacob; ha derruido, en su furor, las fortalezas de la hija de Judá; por tierra ha echado, ha profanado al reino y a sus príncipes. (Lamentaciones 2, 2)

  • Dálet. Ha tensado su arco, igual que un enemigo, ha afirmado su diestra; como un adversario ha matado a todos los que eran encanto de los ojos; en la tienda de la hija de Sión ha vertido su furor como fuego. (Lamentaciones 2, 4)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina