Fondare 827 Risultati per: historia de Judá

  • Les guió, y los hallaron desparramados por todo el campo, comiendo, bebiendo y bailando por el gran botín que habían tomado en tierra de filisteos y en tierra de Judá. (I Samuel 30, 16)

  • Llegó David a Siquelag y envió parte del botín a los ancianos de Judá, según sus ciudades, diciendo: «Aquí tenéis un presente del botín tomado a los enemigos de Yahveh», (I Samuel 30, 26)

  • Está escrita en el Libro del Justo, para que sea enseñado el arco a los hijos de Judá. Dijo: (II Samuel 1, 18)

  • Después de esto, consultó David a Yahveh diciendo: «¿Debo subir a alguna de las ciudades de Judá?» Yahveh le respondió: «Sube.» David preguntó: «¿A cuál subiré?» «A Hebrón», respondió. (II Samuel 2, 1)

  • Llegaron los hombres de Judá, y ungieron allí a David como rey sobre la casa de Judá. Communicaron a David que los hombres de Yabés de Galaad habían sepultado a Saúl. (II Samuel 2, 4)

  • Y ahora tened fortaleza y sed valerosos, pues murió Saúl, vuestro señor, pero la casa de Judá me ha ungido a mí por rey suyo.» (II Samuel 2, 7)

  • Cuarenta años tenía Isbaal, hijo de Saúl, cuando fue proclamado rey de Israel; reinó dos años. Solamente la casa de Judá siguió a David. (II Samuel 2, 10)

  • El número de días que estuvo David en Hebrón como rey de la casa de Judá fue de siete años y seis meses. (II Samuel 2, 11)

  • que quitaría la realeza a la casa de Saúl y levantaría el trono de David sobre Israel y sobre Judá, desde Dan hasta Berseba.» (II Samuel 3, 10)

  • Reinó en Hebrón sobre Judá siete años y seis meses. Reinó en Jerusalén sobre todo Israel y sobre Judá 33 años. (II Samuel 5, 5)

  • Se levantó David y partió con todo el pueblo que estaba con él a Baalá de Judá para subir desde allí el arca de Dios que lleva el nombre de Yahveh Sebaot que se sienta sobre los querubines. (II Samuel 6, 2)

  • Urías respondió a David: «El arca, Israel y Judá habitan en tiendas; Joab mi señor y los siervos de mi señor acampan en el suelo ¿y voy a entrar yo en mi casa para comer, beber y acostarme con mi mujer? ¡Por tu vida y la vida de tu alma, no haré tal!» (II Samuel 11, 11)


Como distinguir uma tentação de um pecado e como estar certo de que não se pecou? – perguntou um penitente. Padre Pio sorriu e respondeu: “Como se distingue um burro de um homem? O burro tem de ser conduzido; o homem conduz a si mesmo!” São Padre Pio de Pietrelcina