Fondare 94 Risultati per: huesos

  • Cuando, al recorrer el país, alguno de ellos vea huesos humanos, pondrá al lado una señal hasta que los sepultureros los entierren en el valle de Hamón Gog, (Ezequiel 39, 15)

  • Y el rey mandó traer a aquellos hombres que habían acusado a Daniel y echarlos al foso de los leones, a ellos, y a sus hijos y mujeres. Y no habían llegado aún al fondo del foso cuando ya los leones se habían lanzado sobre ellos y les habían triturado todos los huesos. (Daniel 6, 25)

  • Así dice Yahveh: ¡Por tres crímenes de Moab y por cuatro, seré inflexible! Por haber quemado hasta calcinar los huesos del rey de Edom, (Amós 2, 1)

  • Sólo quedarán unos pocos evadidos para sacar de la casa los huesos; y si se dice al que está en el fondo de la casa: «¿Hay todavía alguien contigo?», dirá: «Ninguno», y añadirá: «¡Silencio!, que no hay que mentar el nombre de Yahveh». (Amós 6, 10)

  • vosotros que odiáis el bien y amáis el mal, (que les arrancáis la piel de encima, y la carne de sobre sus huesos?) (Miqueas 3, 2)

  • Los que han comido la carne de mi pueblo y han desollado su piel y quebrado sus huesos, los que le han despedazado como carne en la caldera, como vianda dentro de una olla, (Miqueas 3, 3)

  • ¡He oído y mis entrañas se estremecen, a esa voz titubean mis labios, penetra la caries en mis huesos, bajo mí tiemblan mis pasos! Tranquilo espero el día de la angustia, que va a subir sobre el pueblo que nos asalta. (Habacuc 3, 16)

  • «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, pues sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera parecen bonitos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia! (Mateo 23, 27)

  • Mirad mis manos y mis pies; soy yo mismo. Palpadme y ved que un espíritu no tiene carne y huesos como véis que yo tengo.» (Lucas 24, 39)

  • Por la fe, José, moribundo, evocó el éxodo de los hijos de Israel, y dio órdenes respecto de sus huesos. (Hebreos 11, 22)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina