Fondare 334 Risultati per: lista de descendientes de Salomón

  • Los jefes de las guarniciones que tenía el rey Salomón eran 250, que gobernaban al pueblo. (II Crónicas 8, 10)

  • Salomón hizo subir a la hija de Faraón desde la Ciudad de David a la casa que había edificado para ella; pues se decía: «No debe habitar mujer mía en la casa de David, rey de Israel; porque los lugares donde ha estado el arca de Yahveh son sagrados.» (II Crónicas 8, 11)

  • Entonces empezó a ofrecer Salomón holocaustos a Yahveh sobre el altar de Yahveh, que había erigido delante del Ulam; (II Crónicas 8, 12)

  • Así fue dirigida toda la obra de Salomón, desde el día en que se echaron los cimientos de la Casa de Yahveh hasta su terminación. Así fue acabada la Casa de Yahveh. (II Crónicas 8, 16)

  • Entonces Salomón fue a Esyón Guéber y a Elat, a orillas del mar, en el país de Edom, (II Crónicas 8, 17)

  • y Juram le envió, por medio de sus siervos, navíos y marinos conocedores del mar, que fueron con los siervos de Salomón a Ofir, de donde tomaron 450 talentos de oro, que trajeron al rey Salomón. (II Crónicas 8, 18)

  • La reina de Sabá había oído la fama de Salomón, y vino a Jerusalén para probar a Salomón por medio de enigmas, con gran séquito y con camellos que traían aromas, gran cantidad de oro y piedras preciosas. Llegada que fue donde Salomón, le dijo todo cuanto tenía en su corazón. (II Crónicas 9, 1)

  • Salomón resolvió todas sus preguntas; y no hubo ninguna proposición oscura que Salomón no pudiese resolver. (II Crónicas 9, 2)

  • Cuando la reina de Sabá vio la sabiduría de Salomón y la casa que había edificado, (II Crónicas 9, 3)

  • Dio al rey 120 talentos de oro, gran cantidad de aromas y piedras preciosas. Nunca hubo aromas como los que la reina de Sabá dio al rey Salomón. (II Crónicas 9, 9)

  • Los siervos de Juram y los siervos de Salomón, que habían traído oro de Ofir, trajeron también madera de algummim y piedras preciosas. (II Crónicas 9, 10)

  • El rey Salomón dio a la reina de Sabá todo cuanto ella quiso pedirle, aparte lo que ella había traído al rey. Después se volvió y regresó a su país con sus servidores. (II Crónicas 9, 12)


“Esforce-se, mesmo se for um pouco, mas sempre…” São Padre Pio de Pietrelcina