Fondare 333 Risultati per: lista de servidores del templo

  • Bajo el efecto del vino, Baltasar mandó traer los vasos de oro y plata que su padre Nabucodonosor se había llevado del Templo de Jerusalén, para que bebieran en ellos el rey, sus dignatorios, sus mujeres y sus concubinas. (Daniel 5, 2)

  • El concertará con muchos una firme alianza una semana; y en media semana hará cesar el sacrificio y la oblación, y en el ala del Templo estará la abominación de la desolación, hasta que la ruina decretada se derrame sobre el desolador.» (Daniel 9, 27)

  • El rey se dirigió, pues, con Daniel al templo de Bel, (Daniel 14, 10)

  • Daniel mandó a sus criados que trajeran ceniza y la esparcieran por todo el suelo del templo, sin más testigo que el rey. Luego salieron, cerraron la puerta, la sellaron con el anillo real, y se fueron. (Daniel 14, 14)

  • Y el rey mandó matarlos y entregó a Bel en manos de Daniel, el cual lo destruyó, así como su templo. (Daniel 14, 22)

  • Yo dije: ¡Arrojado estoy de delante de tus ojos! ¿Cómo volveré a contemplar tu santo Templo? (Jonás 2, 5)

  • Cuando mi alma en mí desfallecía me acordé de Yahveh, y mi oración llegó hasta ti, hasta tu santo Templo. (Jonás 2, 8)

  • ¡Escuchad, pueblos todos, atiende tierra y cuanto encierras! ¡Sea testigo Yahveh contra vosotros, el Señor desde su santo Templo! (Miqueas 1, 2)

  • Mas Yahveh está en su santo Templo: ¡silencio ante él, tierra entera! (Habacuc 2, 20)

  • Y ahora aplicad bien vuestro corazón, desde este día en adelante: antes de poner piedra sobre piedra en el Templo de Yahveh, (Ageo 2, 15)

  • Aplicad, pues, vuestro corazón, desde este día en adelante (desde el día veinticuatro del noveno mes, día en que se echaron los cimientos al Templo de Yahveh, aplicad vuestro corazón): (Ageo 2, 18)

  • y le hablas de esta manera: Así dice Yahveh Sebaot: He aquí un hombre cuyo nombre es Germen: debajo de él habrá germinación (y él edificará el Templo de Yahveh). (Zacarías 6, 12)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina