Fondare 22 Risultati per: pectoral

  • piedras de ónice y piedras de engaste para el efod y el pectoral. (Exodo 25, 7)

  • Harán las vestituras siguientes: un pectoral, un efod, un manto, una túnica bordada, una tiara y una faja. Harán, pues, a tu hermano Aarón y a sus hijos vestiduras sagradas para que ejerzan mi sacerdocio. (Exodo 28, 4)

  • Bordarás también el pectoral del juicio; lo harás al estilo de la labor del efod. Lo harás de oro, púrpura violeta y escarlata, de carmesí y lino fino torzal. (Exodo 28, 15)

  • Para el pectoral harás cadenillas de oro puro, trenzadas a manera de cordones; (Exodo 28, 22)

  • y harás también para el pectoral dos anillas de oro que fijarás en sus dos extremos. (Exodo 28, 23)

  • Pasarás los dos cordones de oro por las dos anillas, en los extremos del pectoral; (Exodo 28, 24)

  • Harás otras dos anillas de oro que pondrás en los dos extremos del pectoral, en el borde interior que mira hacia el efod. (Exodo 28, 26)

  • Sujetarán el pectoral por sus anillas a las anillas del efod, con un cordón de púrpura violeta, para que el pectoral quede sobre la cinta del efod y no se desprenda del efod. (Exodo 28, 28)

  • Así llevará Aarón sobre su corazón los nombres de los hijos de Israel, en el pectoral del juicio, siempre que entre en el Santuario, para recuerdo perpetuo delante de Yahveh. (Exodo 28, 29)

  • En el pectoral del juicio pondrás el Urim y el Tummim, que estarán sobre el corazón de Aarón cuando se presente ante Yahveh. Así llevará Aarón constantemente sobre su corazón, delante de Yahveh, el oráculo de los hijos de Israel. (Exodo 28, 30)

  • Tomarás las vestiduras y vestirás a Aarón con la túnica, el manto del efod, el efod y el pectoral, que ceñirás con la cinta del efod. (Exodo 29, 5)

  • piedras de ónice y piedras de engaste para el efod y el pectoral. (Exodo 35, 9)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina