Fondare 54 Risultati per: prudencia

  • ¿Amas la justicia? Las virtudes son sus empeños, pues ella enseña la templanza y la prudencia, la justicia y la fortaleza: lo más provechoso para el hombre en la vida. (Sabiduría 8, 7)

  • en su amistad un placer bueno, en los trabajos de sus manos inagotables riquezas, prudencia en cultivar su trato y prestigio en conversar con ella, por todos los medios buscaba la manera de hacérmela mía. (Sabiduría 8, 18)

  • pero, comprendiendo que no podría poseer la Sabiduría si Dios no me la daba, - y ya era un fruto de la prudencia saber de quién procedía esta gracia - recurrí al Señor y le pedí, y dije con todo mi corazón: (Sabiduría 8, 21)

  • Antes de todo estaba creada la Sabiduría, la inteligente prudencia desde la eternidad. (Eclesiástico 1, 4)

  • No desprecies lo que cuentan los viejos, que ellos también han aprendido de sus padres; pues de ellos aprenderás prudencia y a dar respuesta en el momento justo. (Eclesiástico 8, 9)

  • El rey sin instrucción arruinará a su pueblo, la ciudad se edifica sobre la prudencia de los dirigentes. (Eclesiástico 10, 3)

  • Mas no es sabiduría el conocimiento del mal, no está en el consejo de los pecadores la prudencia. (Eclesiástico 19, 22)

  • Más vale ser vacío de inteligencia y lleno de temor, que desbordar prudencia y traspasar la ley. (Eclesiástico 19, 24)

  • ¿Quién pondrá guardia a mi boca, y a mis labios sello de prudencia, para que no venga a caer por su culpa, y que mi lengua no me pierda? (Eclesiástico 22, 27)

  • feliz quien ha encontrado la prudencia, y quien la expone a oídos que escuchan. (Eclesiástico 25, 9)

  • Os pondré pastores según mi corazón que os den pasto de conocimiento y prudencia. (Jeremías 3, 15)

  • Vaciaré la prudencia de Judá y Jerusalén a causa de este lugar: les haré caer a espada ante sus enemigos por mano de los que busquen su muerte; daré sus cadáveres por comida a las aves del cielo y a las bestias de la tierra, (Jeremías 19, 7)


Como distinguir uma tentação de um pecado e como estar certo de que não se pecou? – perguntou um penitente. Padre Pio sorriu e respondeu: “Como se distingue um burro de um homem? O burro tem de ser conduzido; o homem conduz a si mesmo!” São Padre Pio de Pietrelcina