Fondare 3660 Risultati per: sal

  • Del trono salen relámpagos y fragor y truenos; delante del trono arden siete antorchas de fuego, que son los siete Espíritus de Dios. (Apocalipsis 4, 5)

  • Miré y había un caballo blanco; y el que lo montaba tenía un arco; se le dio una corona, y salió como vencedor, y para seguir venciendo. (Apocalipsis 6, 2)

  • Entonces salió otro caballo, rojo; al que lo montaba se le concedió quitar de la tierra la paz para que se degollaran unos a otros; se le dio una espada grande. (Apocalipsis 6, 4)

  • Y gritan con fuerte voz: «La salvación es de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero.» (Apocalipsis 7, 10)

  • De la humareda salieron langostas sobre la tierra, y se les dio un poder como el que tienen los escorpiones de la tierra. (Apocalipsis 9, 3)

  • Tocó el sexto Angel... Entonces oí una voz que salía de los cuatro cuernos del altar de oro que está delante de Dios; (Apocalipsis 9, 13)

  • Así vi en la visión los caballos y a los que los montaban: tenían corazas de color de fuego, de jacinto y de azufre; las cabezas de los caballos como cabezas de león y de sus bocas salía fuego y humo y azufre. (Apocalipsis 9, 17)

  • Y fue exterminada la tercera parte de los hombres por estas tres plagas: por el fuego, el humo y el azufre que salían de sus bocas. (Apocalipsis 9, 18)

  • Si alguien pretendiera hacerles mal, saldría fuego de su boca y devoraría a sus enemigos; si alguien pretendería hacerles mal, así tendría que morir. (Apocalipsis 11, 5)

  • Oí entonces una fuerte voz que decía en el cielo: «Ahora ya ha llegado la salvación, el poder y el reinado de nuestro Dios y la potestad de su Cristo, porque ha sido arrojado el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba día y noche delante de nuestro Dios. (Apocalipsis 12, 10)

  • Luego salió del Santuario otro Angel gritando con fuerte voz al que estaba sentado en la nube: «Mete tu hoz y siega, porque ha llegado la hora de segar; la mies de la tierra está madura.» (Apocalipsis 14, 15)

  • Otro Angel salió entonces del Santuario que hay en el cielo; tenía también una hoz afilada. (Apocalipsis 14, 17)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina