Fondare 855 Risultati per: vara de Moisés

  • Echó cada cual su vara, y se trocaron en serpientes; pero el cayado de Aarón devoró sus varas. (Exodo 7, 12)

  • Entonces dijo Yahveh a Moisés: «El corazón de Faraón es obstinado; se niega a dejar salir al pueblo. (Exodo 7, 14)

  • Yahveh dijo a Moisés: «Di a Aarón: Toma tu cayado, y extiende tu mano sobre las aguas de Egipto, sobre sus canales, sobre sus ríos, sobre sus lagunas y sobre todos sus depósitos de agua. Se convertirán en sangre; y habrá sangre en toda la tierra de Egipto, hasta en los árboles y la piedras.» (Exodo 7, 19)

  • Moisés y Aarón hicieron lo que Yahveh les había mandado: alzó el cayado y golpeó las aguas que hay en el Rió en presencia de Faraón y de sus servidores, y todas las aguas del Rió se convirtieron en sangre. (Exodo 7, 20)

  • Y dijo Yahveh a Moisés: «Preséntate a Faraón y dile: Así dice Yahveh: "Deja salir a mi pueblo para que me dé culto." (Exodo 7, 26)

  • Dijo Yahveh a Moisés: «Di a Aarón: Extiende tu mano con tu cayado sobre los canales, sobre los ríos y sobre las lagunas, y haz que suban las ranas sobre la tierra de Egipto.» (Exodo 8, 1)

  • Faraón llamó a Moisés y a Aarón y dijo: «Pedid a Yahveh que aparte las ranas de mí y de mi pueblo, y yo dejaré salir al pueblo para que ofrezca sacrificios a Yahveh.» (Exodo 8, 4)

  • Respondió Moisés a Faraón: «Dígnate indicarme cuándo he de rogar por ti, por tus siervos y por tu pueblo, para que se alejen las ranas de ti y de tus casas, y queden solamente en el Río.» (Exodo 8, 5)

  • «Mañana», contestó el. Replicó Moisés: «Será conforme a tu palabra, para que sepas que no hay como Yahveh, nuestro Dios. (Exodo 8, 6)

  • Salieron Moisés y Aarón de la presencia de Faraón, invocó Moisés a Yahveh acerca de las ranas que afligían a Faraón, (Exodo 8, 8)

  • y Yahveh hizo lo que Moisés pedía: murieron las ranas de las casas, de los patios y de los campos. (Exodo 8, 9)

  • Dijo Yahveh a Moisés: «Di a Aarón: extiende tu cayado y golpea el polvo de la tierra que se convertirá en mosquitos sobre todo el país de Egipto.» (Exodo 8, 12)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina