Fondare 66 Risultati per: Bendición Sacerdotal

  • Él levanta el alma y da luz a los ojos; él da salud, vida y bendición. (Eclesiástico 34, 17)

  • Su bendición es como un río que se desborda, como un diluvio que empapa la tierra. (Eclesiástico 39, 22)

  • le renovó la bendición de todos los hombres; e hizo reposar sobre la cabeza de Jacob su alianza, lo confirmó en sus bendiciones, le dio el país por herencia, la dividió en porciones y se las repartió a las doce tribus. (Eclesiástico 44, 23)

  • Entonces él descendía y levantaba las manos sobre la congregación del pueblo de Israel para dar en voz alta la bendición del Señor y tener el honor de pronunciar su nombre. (Eclesiástico 50, 20)

  • Entonces, por segunda vez, se prosternaban para recibir la bendición del altísimo. (Eclesiástico 50, 21)

  • Aquel día Israel, el tercero con Egipto y Asiria, será una bendición en medio de la tierra. (Isaías 19, 24)

  • porque yo derramaré agua en el suelo sediento, y torrentes en la tierra reseca: infundiré mi espíritu en tu raza y mi bendición en tu posteridad. (Isaías 44, 3)

  • Esto dice el Señor: Cuando se encuentra zumo en un racimo se dice: No lo destruyas, porque es una bendición. Así haré yo por amor de mis siervos: no lo destruiré todo. (Isaías 65, 8)

  • Los asentaré en torno a mi colina. Mandaré a su tiempo las lluvias, lluvias de bendición. (Ezequiel 34, 26)

  • Lo mejor de todas vuestras primicias y de toda clase de productos vuestros, todas las ofrendas que hagáis, pertenecerán a los sacerdotes. Así daréis a los sacerdotes lo mejor de vuestra parte, a fin de que la bendición repose sobre vuestras casas. (Ezequiel 44, 30)

  • ¡Quién sabe si cambiará de idea y dejará tras de sí una bendición, ofrendas para el Señor, vuestro Dios! (Joel 2, 14)

  • a ver si sigue faltando el grano en el granero, y si la vid, la higuera, el granado y el olivo no llevan fruto. Porque a partir de hoy yo os doy la bendición". (Ageo 2, 19)


“A ingenuidade e’ uma virtude, mas apenas ate certo ponto; ela deve sempre ser acompanhada da prudência. A astúcia e a safadeza, por outro lado, são diabólicas e podem causar muito mal.” São Padre Pio de Pietrelcina