Fondare 126 Risultati per: Ezequías

  • No os engañe Ezequías diciendo: El Señor nos librará. ¿Han librado acaso los dioses de los pueblos a su respectivo país de caer en manos del rey de Asiria? (Isaías 36, 18)

  • Y el mayordomo del palacio, Eliaquín, hijo de Jelcías, el secretario Sebná y el heraldo Yoaj, hijo de Asaf, volvieron, rasgados los vestidos, donde Ezequías y le dieron cuenta de las palabras del general. (Isaías 36, 22)

  • Al oírlos, el rey Ezequías se rasgó las vestiduras, se vistió de saco y entró en el templo del Señor. (Isaías 37, 1)

  • Ellos le dijeron: "Esto dice Ezequías: Día de angustia, de castigo y oprobio es este día; los niños están a punto de nacer, pero falta la fuerza para darlos a luz. (Isaías 37, 3)

  • Cuando los servidores del rey Ezequías llegaron con esta embajada a Isaías, (Isaías 37, 5)

  • al recibir esta noticia sobre Taraca, rey de Etiopía: "Ha salido a luchar contra ti". Senaquerib, al saberlo, envió otros mensajeros a Ezequías con este encargo: (Isaías 37, 9)

  • "Diréis a Ezequías, rey de Judá: No te engañe tu Dios en quien confías, diciéndote: Jerusalén no caerá en manos del rey de Asiria. (Isaías 37, 10)

  • Ezequías tomó la carta de mano de los mensajeros y, después de haberla leído, subió al templo del Señor y la desplegó ante el Señor. (Isaías 37, 14)

  • Luego, Ezequías dirigió al Señor esta oración: (Isaías 37, 15)

  • Entonces Isaías, hijo de Amós, mandó a decir a Ezequías: Esto dice el Señor, Dios de Israel: He oído la oración que me has hecho sobre Senaquerib, rey de Asiria; (Isaías 37, 21)

  • Por entonces cayó mortalmente enfermo Ezequías. El profeta Isaías, hijo de Amós, vino a decirle: "Esto dice el Señor: Pon en orden las cosas de tu casa, porque vas a morir y no sanarás". (Isaías 38, 1)

  • Entonces Ezequías se volvió contra la pared y oró así al Señor: (Isaías 38, 2)


“É difícil tornar-se santo. Difícil, mas não impossível. A estrada da perfeição é longa, tão longa quanto a vida de cada um. O consolo é o repouso no decorrer do caminho. Mas, apenas restauradas as forças, é necessário levantar-se rapidamente e retomar a viagem!” São Padre Pio de Pietrelcina