Fondare 4530 Risultati per: Gloria de Dios

  • Entonces uno de los cuatro seres vivientes dio a los siete ángeles siete copas de oro llenas de la ira de Dios, que vive por los siglos de los siglos. (Apocalipsis 15, 7)

  • El templo se llenó del humo que salía de la gloria de Dios y de su poder. Nadie podía entrar en el templo hasta la consumación de las siete plagas de los siete ángeles. (Apocalipsis 15, 8)

  • Oí una voz que salía del templo y decía a los siete ángeles: "Id y verted sobre la tierra las siete copas de la ira de Dios". (Apocalipsis 16, 1)

  • Y oí al altar que decía: Sí, Señor, Dios todopoderoso, tus sentencias son objetivas y justas. (Apocalipsis 16, 7)

  • Los hombres fueron quemados con terribles quemaduras, y blasfemaron contra el nombre de Dios, que tiene poder sobre estas plagas, en vez de arrepentirse para darle gloria. (Apocalipsis 16, 9)

  • blasfemaban contra el Dios del cielo por los dolores de sus úlceras en vez de arrepentirse de sus obras. (Apocalipsis 16, 11)

  • los espíritus de demonios que hacen prodigios y van a reunir a los reyes de toda la tierra para la guerra del gran día del Dios todopoderoso. (Apocalipsis 16, 14)

  • La gran ciudad se despedazó en tres partes, y las ciudades de las naciones se hundieron. Y Dios se acordó de Babilonia la grande, para darle el cáliz del vino de su ardiente ira. (Apocalipsis 16, 19)

  • Granizos enormes -como adoquines- cayeron sobre los hombres, que blasfemaron contra Dios por la plaga del granizo, porque esta plaga era muy grande. (Apocalipsis 16, 21)

  • Porque Dios les ha inspirado la resolución de ejecutar su propio designio y ponerse de acuerdo para poner a disposición de la bestia su poder real hasta que se cumplan las palabras de Dios. (Apocalipsis 17, 17)

  • porque sus pecados se han acumulado hasta el cielo y Dios se ha acordado de sus crímenes. (Apocalipsis 18, 5)

  • cuanto se ha procurado de gloria y de lujo, dadle de tormento y de duelo. Porque ella dice en su corazón: Estoy sentada como reina, y no soy viuda; no conoceré jamás el duelo, (Apocalipsis 18, 7)


“Você deve ter sempre prudência e amor. A prudência tem olhos; o amor tem pernas. O amor, como tem pernas, gostaria de correr a Deus. Mas seu impulso de deslanchar na direção dEle é cego e, algumas vezes, pode tropeçar se não for guiado pela prudência, que tem olhos.” São Padre Pio de Pietrelcina