Fondare 321 Risultati per: Haz

  • Abner envió mensajeros a David para decirle: "Haz un pacto conmigo, y yo te apoyaré para que todo Israel se ponga de tu parte". (II Samuel 3, 12)

  • El rey y sus hombres marcharon sobre Jerusalén contra los jebuseos, que habitaban la región. Éstos dijeron a David: "No entrarás aquí; los ciegos y los cojos te rechazarán". Como diciendo: "David no entrará aquí". (II Samuel 5, 6)

  • Y Natán dijo al rey: "Haz lo que piensas, porque el Señor está contigo". (II Samuel 7, 3)

  • Y ahora, Señor, mantén firme para siempre la promesa que has hecho a tu siervo y a su casa, y haz como has dicho. (II Samuel 7, 25)

  • El mensajero respondió a David: "Aquellos hombres tuvieron ventaja sobre nosotros; hicieron una salida contra nosotros al campo, y nosotros los rechazamos hasta la entrada de la puerta; (II Samuel 11, 23)

  • Entonces el rey dijo a Joab: "¡Muy bien!, voy a hacer lo que has dicho: Vete y haz que vuelva el joven Absalón". (II Samuel 14, 21)

  • Él calumnió a tu siervo ante mi señor, el rey. Pero mi señor, el rey, es como el ángel de Dios; haz lo que quieras. (II Samuel 19, 28)

  • Déjame volver a mi ciudad para morir allí, junto al sepulcro de mis padres. Mi hijo Quimán, tu siervo, que continúe con mi señor, el rey, y haz con él lo que bien te parezca". (II Samuel 19, 38)

  • Benayas, hijo de Yehoyadá, hombre valiente y rico en hazañas, de Cabseel, fue el que mató a los dos héroes de Moab; fue también el que bajó a la cisterna y mató en ella a un león un día de nieve. (II Samuel 23, 20)

  • El Señor montó en cólera de nuevo contra los israelitas y excitó a David contra ellos, diciéndole: "Vete, haz el censo de Israel y de Judá". (II Samuel 24, 1)

  • El rey le dijo: "Haz lo que ha dicho; mátale y entiérrale. Así apartarás de mí y de la casa de mi padre la sangre inocente que Joab había derramado, (I Reyes 2, 31)

  • El rey mandó llamar a Semeí y le dijo: "Hazte una casa en Jerusalén y vive allí sin salir a parte alguna, (I Reyes 2, 36)


“Como Jesus, preparemo-nos a duas ascensões: uma ao Calvário e outra ao Céu. A ascensão ao Calvário, se não for alegre, deve ao menos ser resignada!” São Padre Pio de Pietrelcina