Fondare 33 Risultati per: Mirando

  • mirando lo primero por los intereses del rey, pero también por los de mis conciudadanos; pues por la locura de los asideos nuestra nación está hecha un desastre. (II Macabeos 14, 8)

  • Mientras que en la ventana de mi casa estaba yo mirando a través de las celosías, (Proverbios 7, 6)

  • Los que te ven se te quedan mirando, comentando te contemplan: ¿Éste es el hombre que espantaba a la tierra, que hacía temblar a los reinos, (Isaías 14, 16)

  • en visiones divinas, a la tierra de Israel. Me posó sobre un monte altísimo, en cuya cima parecía que estaba edificada una ciudad mirando al mediodía. (Ezequiel 40, 2)

  • Debajo de las salas estaba la entrada, mirando al oriente para el que entraba viniendo del atrio exterior. (Ezequiel 42, 9)

  • Tú seguías mirando; de pronto una piedra se desprendió de un monte sin intervención humana alguna, alcanzó a la estatua en los pies de hierro y arcilla y los pulverizó. (Daniel 2, 34)

  • Yo seguía mirando, atraído por el ruido de las palabras monstruosas que aquel cuerno profería, hasta que mataron a la bestia, la descuartizaron y la arrojaron a las llamas ardientes. (Daniel 7, 11)

  • Yo, Daniel, seguía mirando y vi a otros dos que estaban de pie, uno a la orilla derecha del río y el otro a la orilla izquierda. (Daniel 12, 5)

  • Había también allí, mirando desde lejos, muchas mujeres que habían seguido a Jesús desde Galilea para atenderle. (Mateo 27, 55)

  • Y mirando a los que estaban sentados a su alrededor, dijo: "Éstos son mi madre y mis hermanos. (Marcos 3, 34)

  • Él seguía mirando alrededor para ver a la que lo había hecho. (Marcos 5, 32)

  • Jesús se volvió y, mirando a sus discípulos, riñó a Pedro diciéndole: "¡Apártate de mí, Satanás!, porque tus sentimientos no son los de Dios, sino los de los hombres". (Marcos 8, 33)


“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina