Fondare 210 Risultati per: Orden
Respondieron: "Ni saldremos ni cumpliremos la orden del rey de profanar el sábado". (I Macabeos 2, 34)
"Me haré famoso y adquiriré gloria en el reino luchando contra Judas y sus seguidores, que no hacen caso de la orden del rey". (I Macabeos 3, 14)
los puso al frente de cuarenta mil soldados de infantería y de siete mil de caballería para que invadieran Judá y la devastaran, según la orden del rey. (I Macabeos 3, 39)
Judas y sus hermanos vieron que se agravaba la situación y que las tropas acampaban en su territorio. Tuvieron también noticias de la orden del rey de arrasar totalmente al pueblo. (I Macabeos 3, 42)
El rey se levantó temprano, y mandó a su ejército avanzar rápidamente hacia Bet Zacaría, donde sus tropas se pusieron en orden de batalla al toque de las trompetas. (I Macabeos 6, 33)
Una parte del ejército del rey se desplegó en las cumbres de las montañas; otra en la llanura, avanzando todos con seguridad y orden. (I Macabeos 6, 40)
Han constituido un senado, donde deliberan cada día trescientos veinte hombres, que se preocupan del bien del pueblo y del mantenimiento del orden. (I Macabeos 8, 15)
Mandó también emisarios a Guézer con la orden de matar a Juan. Solicitó por carta de los comandantes de las tropas judías que se unieran a él, prometiéndoles plata, oro y regalos. (I Macabeos 16, 19)
Apolonio se entrevistó con el rey y le informó de las citadas riquezas. Éste escogió a Heliodoro, que estaba al frente de sus negocios, y le dio orden de apoderarse de aquellos tesoros. (II Macabeos 3, 7)
Al bienhechor de la ciudad, al defensor de su pueblo y al celador de la ley se atrevía a llamar traidor del orden público; (II Macabeos 4, 2)
escuadrones de caballería en orden de batalla, choques y asaltos de unos contra otros, vibración de escudos, lanzas innumerables, espadas desenvainadas, tiros de flechas, brillar de armaduras y corazas de toda especie. (II Macabeos 5, 3)
No contento con esto, Antíoco envió al misarca Apolonio con un ejército de veintidós mil soldados, con orden de degollar a todos los de edad adulta y de vender las mujeres y los niños. (II Macabeos 5, 24)