Fondare 463 Risultati per: Sacerdote

  • Si uno come por inadvertencia una cosa santa, restituirá al sacerdote su valor, más una quinta parte. (Levítico 22, 14)

  • "Di a los israelitas: Cuando hayáis entrado en la tierra que os doy y hagáis la recolección, llevaréis al sacerdote la primera gavilla de vuestra cosecha. (Levítico 23, 10)

  • El sacerdote la ofrecerá al Señor haciendo el rito de presentación para que sea aceptada: la ofrecerá el día siguiente del sábado, (Levítico 23, 11)

  • El sacerdote los ofrecerá con el rito de presentación delante del Señor, junto con el pan de las primicias. Los panes y los dos corderos son cosas consagradas al Señor y pertenecen al sacerdote. (Levítico 23, 20)

  • Si el que hizo el voto es tan pobre que no puede pagar la suma, se presentará al sacerdote, que hará una estimación proporcionada a las posibilidades del interesado". (Levítico 27, 8)

  • Si se trata de animales impuros, que no pueden ser presentados como ofrenda al Señor, cualquiera que sea el animal, será llevado al sacerdote, (Levítico 27, 11)

  • que hará la estimación, según sea bueno o malo; habrá que atenerse a la estimación del sacerdote; (Levítico 27, 12)

  • "Si uno consagra su casa al Señor, el sacerdote hará la estimación de ésta, según sea de mucho o poco valor; y habrá que atenerse a la estimación del sacerdote; (Levítico 27, 14)

  • pero si lo consagra después del jubileo, el sacerdote hará su valoración según el número de años que queden hasta el año jubilar, con la correspondiente reducción. (Levítico 27, 18)

  • cuando quede libre en el año del jubileo, será consagrado al Señor como campo votivo y pasará a ser propiedad del sacerdote. (Levítico 27, 21)

  • el sacerdote calculará el precio de estimación por los años que falten hasta el jubileo, y el hombre pagará aquel mismo día el precio fijado a título de cosa consagrada al Señor. (Levítico 27, 23)

  • "Llama a la tribu de Leví para que asista al sacerdote Aarón y se ponga a su servicio. (Números 3, 6)


“Não há nada mais inaceitável do que uma mulher caprichosa, frívola e arrogante, especialmente se é casada. Uma esposa cristã deve ser uma mulher de profunda piedade em relação a Deus, um anjo de paz na família, digna e agradável em relação ao próximo.” São Padre Pio de Pietrelcina