Fondare 38 Risultati per: Sienta

  • exterminaré al que se sienta en el trono de Asdod y al que tiene el cetro de Ascalón; volveré mi mano contra Ecrón, y el resto de los filisteos perecerá, dice el Señor. (Amós 1, 8)

  • Porque, ¿quién de vosotros, si quiere construir una torre, no se sienta primero para calcular los gastos y ver si tendrá para terminarla? (Lucas 14, 28)

  • O ¿qué rey, si va a ir a la guerra contra otro, no se sienta antes a considerar si puede enfrentarse con diez mil al que viene contra él con veinte mil? (Lucas 14, 31)

  • En efecto, ¿quién es más grande, el que se sienta a la mesa o el que sirve? ¿No es el que se sienta a la mesa? Pues bien, yo estoy en medio de vosotros como el que sirve. (Lucas 22, 27)

  • Si llega Timoteo, procurad que se sienta a gusto entre vosotros, pues trabaja como yo en la obra del Señor. (I Corintios 16, 10)

  • Es justo que yo sienta así de todos vosotros, pues os llevo en el corazón, ya que compartís conmigo el privilegio de estar preso y de defender y consolidar el evangelio. (Filipenses 1, 7)

  • Confiado en Jesús, el Señor, espero enviaros pronto a Timoteo, a fin de que también yo me sienta reconfortado al tener noticias de vosotros. (Filipenses 2, 19)

  • Por ello os lo envío más prontamente, a fin de que, viéndole de nuevo, os gocéis y yo me sienta aliviado en mi tristeza. (Filipenses 2, 28)

  • Si alguno no hace caso de lo que decimos en esta carta, señaladle y cortad todo trato con él, para que así se sienta avergonzado. (II Tesalonicenses 3, 14)

  • Que el hermano de humilde condición se sienta orgulloso de su alta dignidad, (Santiago 1, 9)

  • Cada vez que los cuatro seres vivientes dan gloria, honor y acción de gracias al que se sienta en el trono y que vive por los siglos de los siglos, (Apocalipsis 4, 9)

  • Oí que todas las criaturas del cielo, de la tierra, de debajo de la tierra y del mar decían: Al que se sienta en el trono y al cordero la alabanza, el honor, la gloria y el poder por los siglos de los siglos. (Apocalipsis 5, 13)


O Pai celeste está sempre disposto a contentá-lo em tudo o que for para o seu bem”. São Padre Pio de Pietrelcina