Fondare 51 Risultati per: Sucedido

  • A aquellos gritos los criados salieron rápidamente al jardín por la puerta lateral para ver qué había sucedido. (Daniel 13, 26)

  • Oíd esto, ancianos; escuchad, habitantes todos del país. ¿Ha sucedido algo semejante en vuestros días o en los días de vuestros padres? (Joel 1, 2)

  • Los porqueros huyeron y lo contaron en el pueblo y en los caseríos. La gente fue a ver lo que había sucedido. (Marcos 5, 14)

  • La gente fue a ver qué había sucedido y, al llegar, encontraron al hombre del que habían salido los demonios sentado a los pies de Jesús, vestido y en su sano juicio; y se llenaron de miedo. (Lucas 8, 35)

  • Y los padres se quedaron asombrados, pero él les ordenó que no dijeran a nadie lo sucedido. (Lucas 8, 56)

  • Y toda la gente que había asistido al espectáculo, al ver lo sucedido, regresaba dándose golpes de pecho. (Lucas 23, 48)

  • Uno de ellos, llamado Cleofás, respondió: "¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no sabes lo que ha sucedido en ella estos días?". (Lucas 24, 18)

  • Y reconocían que era el que solía sentarse junto a la puerta Hermosa a pedir limosna; y se quedaron admirados y desconcertados por lo que le había sucedido. (Hechos 3, 10)

  • Pero ellos los despidieron amenazándoles de nuevo, sin encontrar modo de castigarlos por causa del pueblo, porque todos alababan a Dios por lo sucedido, (Hechos 4, 21)

  • Entonces el procónsul, viendo lo que había sucedido, creyó, lleno de admiración por la doctrina del Señor. (Hechos 13, 12)

  • Porque corremos peligro de ser acusados de rebelión por todo lo que ha sucedido hoy, no habiendo ningún motivo que pueda justificar este alboroto". Dicho esto, se disolvió la asamblea. (Hechos 19, 40)

  • Hermanos, no quiero que ignoréis este misterio -para que no presumáis de vosotros mismos-: el endurecimiento de una parte de Israel ha sucedido hasta que todos los paganos hayan entrado; (Romanos 11, 25)


“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina