Fondare 55 Risultati per: carro

  • Un carro por 600 monedas de plata y un caballo por 150. Por el mismo precio los mercaderes se los vendían también a los reyes hititas y sirios. (II Crónicas 1, 17)

  • El rey Roboán envió a Adorán, intendente de prestaciones personales; pero los israelitas lo mataron a pedradas. El rey Roboán tuvo que apresurarse a subir a su carro y huir a Jerusalén. (II Crónicas 10, 18)

  • Pero arreció tanto la lucha aquel día, que el rey de Israel siguió firme en su carro frente a los sirios hasta el atardecer, y murió al ponerse el sol. (II Crónicas 18, 34)

  • Los oficiales lo sacaron de su carro, lo subieron a otro de los suyos y lo llevaron a Jerusalén, donde murió. Fue sepultado en las sepulturas de sus padres. Todo Judá y Jerusalén guardó luto por Josías. (II Crónicas 35, 24)

  • construyes sobre las aguas tus moradas; haces tu carro de las nubes y caminas en las alas del viento; (Salmos 104, 3)

  • Lleno de ira, se propuso hacer pagar a los judíos la injuria recibida de quienes lo habían puesto en fuga. Y así mandó al conductor de su carro apresurar la marcha sin parar en el momento en que venía sobre él el juicio de Dios. Pues se decía, lleno de orgullo: "En cuanto llegue a Jerusalén, haré de la ciudad un cementerio de judíos". (II Macabeos 9, 4)

  • Pero sucedió que Antíoco se cayó del carro, lanzado a toda velocidad, con tan funesta caída, que todos los miembros de su cuerpo quedaron magullados. (II Macabeos 9, 7)

  • El corazón del necio es como rueda de carro, y sus razonamientos como eje que gira. (Eclesiástico 33, 5)

  • Que fuiste arrebatado en torbellino de fuego, en un carro tirado por caballos de fuego. (Eclesiástico 48, 9)

  • Ezequiel tuvo una visión de la gloria, que el Señor le mostró sobre un carro de querubines. (Eclesiástico 49, 8)

  • contigo he machacado caballo y caballero; contigo he machacado carro y conductor; (Jeremías 51, 21)

  • El hombre vestido de lino, al recibir la orden de tomar fuego del carro de entre los querubines, fue y se paró junto a la rueda. (Ezequiel 10, 6)


“Feliz a alma que atinge o nível de perfeição que Deus deseja!” São Padre Pio de Pietrelcina