Fondare 90 Risultati per: corona de espinas

  • Ella te dará espinas y cardos, y comerás la hierba de los campos. (Génesis 3, 18)

  • No se saldrá del lugar santo para no profanar el santuario de su Dios, pues lleva sobre sí la corona del óleo de la unción de su Dios: yo, el Señor. (Levítico 21, 12)

  • Pero si no echáis lejos de vosotros a los habitantes de la tierra, los que hayáis dejado en medio de vosotros vendrán a ser espinas en vuestros ojos y zarzas en vuestros costados; os molestarán en la tierra que vais a habitar, (Números 33, 55)

  • estad seguros de que el Señor, vuestro Dios, no echará de vuestra presencia a estos pueblos y serán para vosotros una red, un lazo, un látigo en vuestros costados y espinas en vuestros ojos, hasta que desaparezcáis de esta buena tierra que el Señor, vuestro Dios, os ha dado. (Josué 23, 13)

  • Gedeón contestó: "Bien, cuando el Señor entregue en mi mano a Zébaj y a Salmuná, yo desgarraré vuestras carnes con espinas y cardos del desierto". (Jueces 8, 7)

  • Él apresó a los ancianos de Sucot y, con espinas y cardos del desierto, desgarró las carnes de las gentes de Sucot. (Jueces 8, 16)

  • Me acerqué a él y lo maté, porque sabía que no podría sobrevivir después de su caída. Tomé la corona que llevaba sobre su cabeza y el brazalete que tenía en su brazo y los he traído aquí, mi señor". (II Samuel 1, 10)

  • Quitó de la cabeza de Milcón la corona de oro, que pesaba treinta y cuatro kilos, y la piedra preciosa que había puesta en ella fue puesta en la corona de David. El botín que tomó de la ciudad fue inmenso. (II Samuel 12, 30)

  • Pero los inicuos son todos como espinas del desierto, que no se los agarra con la mano; (II Samuel 23, 6)

  • Entonces Yehoyadá hizo salir al hijo del rey y le impuso la corona y las insignias, lo proclamó rey y lo ungió. Y todos aplaudieron y gritaron: "¡Viva el rey!". (II Reyes 11, 12)

  • David quitó de la cabeza de Milcón la corona de oro, que pesaba treinta y cuatro kilos; y la piedra preciosa que había en ella fue puesta en la corona de David. El botín que tomó en la ciudad fue inmenso. (I Crónicas 20, 2)

  • Su padre les había hecho grandes donaciones en plata, oro, objetos preciosos e incluso algunas ciudades fortificadas de Judá; pero la corona la había reservado para Jorán, porque era el primogénito. (II Crónicas 21, 3)


“Jesus está com você, e o Cireneu não deixa de ajudar-te a subir o Calvário.” São Padre Pio de Pietrelcina