Fondare 11 Risultati per: cubrían

  • La tierra era soledad y caos, y las tinieblas cubrían el abismo; y el espíritu de Dios aleteaba sobre las aguas. (Génesis 1, 2)

  • La paloma, no encontrando dónde posarse, volvió de nuevo al arca, porque las aguas cubrían la superficie de toda la tierra. Noé sacó la mano, la agarró y la metió en el arca. (Génesis 8, 9)

  • Y por la tarde volvió, trayendo en su pico una rama de olivo. Así conoció Noé que las aguas no cubrían ya la superficie de la tierra. (Génesis 8, 11)

  • Sucedió que al tiempo en que las ovejas se encelaban, yo levanté los ojos y vi en sueños que los machos que cubrían a las ovejas eran todos manchados y rayados. (Génesis 31, 10)

  • El Señor levantó un viento que soplaba del mar y que trajo bandadas de codornices, que cayeron sobre el campamento; cubrían el espacio de una jornada de camino de uno y otro lado del campamento, y tenían el espesor de un metro sobre el suelo. (Números 11, 31)

  • Vinieron los asirios de las montañas del norte con su ejército incontable. La multitud cerraba los valles y los caballos cubrían los montes. (Judit 16, 3)

  • la cubriste del océano como de un vestido, las aguas cubrían las montañas; (Salmos 104, 6)

  • Estaban de pie serafines por encima de él, cada uno con seis alas: con dos cubrían el rostro; con dos, los pies, y con las otras dos volaban. (Isaías 6, 2)

  • Así estaban sus alas desplegadas hacia lo alto: cada uno tenía dos alas que se tocaban mutuamente, y otras dos que le cubrían el cuerpo. (Ezequiel 1, 11)

  • y bajo el firmamento estaban extendidas sus alas una junto a otra, mientras que las otras dos alas de cada uno de los cuatro seres les cubrían el cuerpo. (Ezequiel 1, 23)

  • y sobre el arca, los querubines de la gloria cubrían con su sombra el propiciatorio. No es éste el lugar para hablar de todo esto en detalle. (Hebreos 9, 5)


“Resigna-te a ser neste momento uma pequena abelha. E enquanto esperas ser uma grande abelha, ágil, hábil, capaz de fabricar bom mel, humilha-te com muito amor perante Deus e os homens, pois Deus fala aos que se mantêm diante dele humildemente”. São Padre Pio de Pietrelcina