Fondare 345 Risultati per: el libro de Samuel

  • El Señor me dijo: "Aunque se presentaran ante mí Moisés y Samuel, mi alma no se inclinaría hacia este pueblo. Échalos de mi presencia, que se vayan. (Jeremías 15, 1)

  • Ejecutaré con este país todas las cosas que he predicho contra él, todo lo que está escrito en este libro: lo que Jeremías profetizó contra todas las naciones. (Jeremías 25, 13)

  • "Esto dice el Señor, Dios de Israel: Escribe en un libro todas las palabras que yo te he dicho. (Jeremías 30, 2)

  • "Toma un libro y escribe en él todas las palabras que te he comunicado acerca de Jerusalén, Judá y todas las naciones, desde el día en que comencé a hablarte, en tiempo de Josías, hasta el presente. (Jeremías 36, 2)

  • Vete tú, y en el libro en que has escrito a mi dictado las palabras del Señor, léelas en alta voz al pueblo en el templo del Señor un día de ayuno, y léelas también a los judíos que vengan de sus ciudades. (Jeremías 36, 6)

  • Baruc, hijo de Nerías, ejecutó exactamente lo que le había ordenado el profeta Jeremías. Leyó en el templo las palabras del Señor contenidas en el libro. (Jeremías 36, 8)

  • Entonces Baruc leyó en el libro las palabras de Jeremías. Era en el templo del Señor, en la sala de Gamarías, hijo del secretario Safán, en el vestíbulo superior, a la entrada de la puerta nueva del templo del Señor. Todo el pueblo podía oír. (Jeremías 36, 10)

  • En cuanto Miqueas, hijo de Gamarías, hijo de Safán, oyó todas las palabras del Señor escritas en el libro, (Jeremías 36, 11)

  • Miqueas les refirió todo lo que había oído cuando Baruc leía el libro al pueblo. (Jeremías 36, 13)

  • Entonces todos los dignatarios mandaron a Yehudí, hijo de Natanías, hijo de Selemías, hijo de Cusí, a decir a Baruc: "Tráenos el libro que has leído al pueblo". Baruc, hijo de Nerías, tomó el libro y fue donde ellos. (Jeremías 36, 14)

  • Baruc les respondió: "Él me dictaba todas estas palabras y yo las escribía con tinta en este libro". (Jeremías 36, 18)

  • Después entraron donde el rey en el atrio del palacio, dejaron el libro en depósito en la sala del secretario Elisamá y refirieron al rey todo lo sucedido. (Jeremías 36, 20)


“Não desperdice suas energias em coisas que geram preocupação, perturbação e ansiedade. Uma coisa somente é necessária: elevar o espírito e amar a Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina