Fondare 77 Risultati per: esclavos

  • Porque todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, fuimos bautizados en un solo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido del mismo Espíritu. (I Corintios 12, 13)

  • a pesar de que esos falsos hermanos intrusos se habían infiltrado entre nosotros para espiar la libertad que tenemos en Cristo Jesús y hacernos esclavos de la ley. (Gálatas 2, 4)

  • Entonces no conocíais a Dios y erais esclavos de unos dioses que no eran dioses; (Gálatas 4, 8)

  • pero ahora que conocéis a Dios, o, mejor dicho, que sois conocidos por Dios, ¿cómo os volvéis de nuevo a los débiles y pobres elementos, a los cuales nuevamente queréis servir otra vez como esclavos? (Gálatas 4, 9)

  • Estas cosas están dichas en sentido alegórico, pues estas mujeres representan dos alianzas; una, la del monte Sinaí, que engendra esclavos, y está representada en Agar. (Gálatas 4, 24)

  • Esclavos, obedeced a vuestros amos temporales con respeto, lealtad y de todo corazón, como si fuera a Cristo; (Efesios 6, 5)

  • servidles no sólo cuando os ven, como para quedar bien con ellos, sino como esclavos de Cristo, haciendo de corazón la voluntad del Señor; (Efesios 6, 6)

  • Esclavos, obedeced a vuestros amos temporales; no sólo cuando os ven, como para quedar bien con ellos, sino de todo corazón y por respeto al Señor. (Colosenses 3, 22)

  • los lujuriosos, los homosexuales, los traficantes de esclavos, los mentirosos, los que juran en falso; en una palabra, para todo el que se opone a la sana doctrina (I Timoteo 1, 10)

  • Los esclavos, que se muestren sumisos en todo a sus amos, que traten de agradarles, que no les contradigan (Tito 2, 9)

  • Nosotros también en otro tiempo fuimos unos locos, desobedientes, descarriados, esclavos de toda clase de concupiscencias y placeres, malos y envidiosos, odiados de todos y odiándonos mutuamente unos a otros. (Tito 3, 3)

  • Esclavos, someteos con todo respeto a los amos; no sólo a los buenos y amables, sino también a los de carácter duro, (I Pedro 2, 18)


“Devemos odiar os nossos pecados, visto que o amor ao Senhor significa paz”. São Padre Pio de Pietrelcina